El fiscal Sebastián Fedullo dijo este jueves que el incendio que dejó cinco muertos en un edificio ubicado en el barrio porteño de Recoleta “habría sido algo accidental” y aseguró que “no hay nada eléctrico y de gas que haya explotado” en el lugar.

Desde el lugar del siniestro, el fiscal que lleva adelante la causa señaló a los medios que “no hay ninguna estufa, ninguna cocina, ningún calefón y ningún aparato que haya explotado como muchos dijeron” y subrayó que “no hay nada que haya corroborado bomberos en ese sentido”.

Fedullo, quien solicitó pericias para determinar las causas del incendio, resaltó que “no hay ningún signo de violencia en la propiedad, ni tampoco se encontró el caloventor del que hablaban” algunos medios de comunicación.

Adelantó que “no hay siquiera pericia preliminar, que con suerte estaría mañana, más un informe final más adelante”.

“En principio, reitero, un incendio accidental y la causa obviamente la van a determinar las pericias, no solamente de bomberos, sino de las otras pericias que se están realizando e inclusive las declaraciones que voy a recabar”, explicó.

Manifestó que, por lo recabado hasta ahora, “estaba todo habilitado en el edificio”, aunque aclaró que no posee “la información escrita”.

“Después se verá si estaba en regla como refirieron y si hay alguna otra cuestión que analizar”, dijo.

En el informe sobre el fuego que se desató a las 5.50 en el departamento del séptimo piso del edificio de Ecuador 1026, casi avenida Córdoba, mientras sus ocupantes dormían y rápidamente se expandió al piso superior, trabajan el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad junto con Bomberos, criminalistica y la empresa Edenor, añadieron las fuentes.

Las cinco víctimas fatales, tres niños y dos mujeres, vivían en el departamento donde se inició el incendio, que abarcó en forma generalizada un ambiente amplio, una cocina, tres dormitorios y un baño, además de pasillos de la vivienda, según precisaron fuentes policiales.

Las víctimas eran miembros de la comunidad judía, indicó a Télam el presidente de la AMIA, Amos Linetzky.

La emergencia obligó a desplegar un gran operativo con ocho dotaciones de bomberos y 22 ambulancias del SAME para controlar las llamas y rescatar a los vecinos.