Atacaron a balazos la marcha que el lunes pedía justicia por la violación múltiple contra Belén, la joven salteña que fue entregada por un amigo y a la que luego se intentó asesinar para cubrir el crimen. Se trata de la segunda movilización que familiares, amigos y vecinos realizan por esta causa, en este caso contó con la presencia de Belén quien continuaba hospitalizada cuando se realizó la primera convocatoria. La joven de 18 años relató que cuando pasaban por la casa de uno de los detenidos comenzaron a disparar desde adentro y que “los policías que estaban en el lugar lo único que hicieron es defender a los delincuentes que no dejaban de tirar”.

El crimen que ocurrió la madrugada del lunes 23 de abril cobró notoriedad nacional por la brutalidad del ataque que incluyó a un amigo como entregador. En cuanto pudo declarar, Belén identificó a tres de los atacantes, dos de los cuales ya están detenidos, en tanto el tercero se encuentra prófugo. 

En diálogo con el diario El Tribuno Belén relató el momento en que se atacó a tiros a la marcha y la reacción de las fuerzas policiales: “Estábamos marchando por el barrio (Santa Ana III) y cuando pasamos por el frente de la casa de uno de los detenidos, los M…., desde adentro comenzaron a los tiros. Encima, la policía en vez de protegernos se puso del lado de ellos. Como tienen gente en la fuerza y contactos piensan que pueden vivir así, sin que nadie les diga ni haga nada”.

La reacción policial incluyó disparos contra la marcha y hasta se llevaron detenido a un familiar de la joven víctima. En palabras de la propia Belén, los hechos sucedieron de la siguiente manera: “Cuando vimos que se pusieron a defender a la familia del delincuente. Los muchachos no dudaron y reaccionaron, en ese momento los policías abrieron fuego y golpearon a varios de los chicos que estaban en la marcha, incluso detuvieron a mi tío”.

También le agregó al medio salteño que a pesar de las diferentes amenazas que viene sufriendo por parte los familiares de sus victimarios no se siente sola: “La verdad que a estos tipos no les tengo miedo, mucha gente me demostró que no estoy sola. Son ellos los que deberán temer porque vamos a seguir pidiendo justicia. Estoy con mucha bronca porque la familia de los delincuentes sigue con las amenazas, lo hicieron en la primera marcha y también ahora”.

La alerta sobre el caso en sí y sobre el papel de las fuerzas de seguridad se vuelve más urgente, ya que quienes deben cuidar de la seguridad de las víctimas y sus familiares se transforman en sus represores y protegen a los agresores.