Para Mónica Jara, este lunes era su primer día como docente. Recibida en abril, había obtenido una licencia en la Escuela Albergue 144 del paraje Aguada San Roque, a 150 kilómetros de la capital neuquina. Durante el primer día de presencialidad allí tras un periodo de endurecimiento de las restricciones por la pandemia de coronavirus, poco después que niñas y niños se retiraran del lugar, una explosión provocó la muerte de dos operarios y causó quemaduras en el 80% del cuerpo de la maestra, que está en estado crítico. En la provincia hay paro docente para exigir respuestas.

“Hacemos paro para visibilizar lo que está pasando y exigir que se hagan las investigaciones necesarias y se informe por qué se trabajaba mientras había clases.  Es una característica estructural: techos, falta de agua, en muchas escuelas de Neuquén hay problemas y siempre se suspenden clases por esos motivos. Sistemáticamente nos negamos a que haya obras mientras hay clases”, remarcó ante Tiempo Susana Delarriva, secretaria adjunta de la Asociación Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), desde la puerta del hospital Castro Rendón, donde Jara está internada en terapia intensiva. El parte médico de anoche indicó que había sido intervenido quirúrgicamente para limpiar sus heridas y que continuaba en estado delicado.

“Era el primer día de vuelta a la presencialdiad en esa escuela. Y para la compañera era su primer día de trabajo presencial. Recién se recibió –contó Delarriva- Los niños ya se habían retirado, es una escuela rural, con albergue: los maestros están dos semanas y luego diez días en su casa. Habían ido pocos chicos y ya se habían retirado al mediodía, esto pasó antes de las 15”. Desde ATEN exigen al Gobierno provincial precisiones sobre los motivos que produjeron la explosión: “Sabemos que había una reparación para hacer en una instalación nueva y hubo un escape de gas. No sabemos en qué condiciones, si habían sido convocados los trabajadores por eso o estaban de casualidad ahí”. Peritos de bomberos y funcionarios judiciales fueron hacia el paraje, a 150 kilómetros de la capital de Neuquén. Interviene en las investigaciones la Fiscal de Cutral Có, Gabriela Macaya.

Jara, de 34 años y mamá de dos niñas pequeñas, es de una localidad rionegrina cercana a la capital de Neuquén. Este lunes, su marido la alcanzó hasta Aguada San Roque para comenzar sus primeras dos semanas de clases presenciales. “La comunidad está muy dolida. Toda la vida social ahí transcurre alrededor de la escuela”, lamentó la referente de ATEN.

Desde el Instituto de Formación Docente N° 9 de Centenario, donde Jara se graduó recientemente, emitieron un comunicado para denunciar la “desidia y el abandono sistemático de un estado que privilegia los intereses económicos e intenta sacar réditos políticos a costa de la vida de quienes habitamos las escuelas”. El equipo docente recordó que durante su cursada, para el trabajo de indagación de la cátedra de Residencia II, “Mónica y su grupo de compañeras eligieron como tema ‘Las condiciones del trabajo docente’, condiciones que hoy hacen que su vida esté en riesgo”. Reclamaron que “(la ministra de Educación, María Cristina) Storioni y (el gobernador, Omar) Gutiérrez, en medio de una situación sanitaria que desborda el sistema de salud, con su empecinada y caprichosa exigencia de presencialidad en escuelas inhabitables son responsables y deben renunciar”.

El caso recordó a la explosión fatal en una escuela de Moreno, provincia de Buenos Aires, en la que el 2 de agosto de 2018 murieron Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, algo que movilizó a la comunidad educativa de todo el país.