Los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires “no son pobres, somos empobrecidos”, afirma en diálogo con Tiempo, Selena, una vecina del bajo Flores. “Nos descartan como si fuéramos basura y como si no estuviéramos viviendo en esta Ciudad”, agrega la mujer que vive hace varios años en el Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli. Vecinas y vecinos del lugar destacan el cerco invisible que existe entre “la Ciudad” y ellos, es algo que los arrastra a la periferia del territorio y que el acceso a políticas públicas elementales, cada vez está más alejado.

Una disputa entre estudiantes de la EEM «Profesor Carlos Geniso», terminó de la peor manera. El establecimiento educativo se encuentra a metros de la entrada de la Villa 1-11-14, sobre la calle Agustín de Vedia 2519 y quienes estuvieron presentes en el lugar, aseguran que “de casualidad no fue una tragedia. “Estas situaciones desembocan en una violencia estructural”, cuenta a Tiempo Griselda Galarza, profesora histórica de la Escuela de Enseñanza Media EEM N° 3 D.E. 19.

Mediante una carta abierta, el conjunto de profesores y profesoras de la EEM, narraron parte de los hechos ocurridos en la tarde de este jueves: “se sucedieron en la escuela una concatenación  de episodios violentos (…) que se iniciaron por amenazas y peleas entre alumnas. En la puerta de ingreso se encontraba el Vicedirector y  Profesores de nuestra casa  tratando de dialogar con las familias”, comienza el documento. “Los conflictos intrabarriales que se traducen en la escuela de manera violenta son informados sistemáticamente desde marzo del año pasado. En ese sentido, se hicieron todos los esfuerzos a nuestro alcance para poder interpelar la lógica de resolución de  los conflictos de manera violenta, a lo que se suma también la arraigada cultura de que para «ser alguien» y «hacerse respetar» hay que pararse de manos”, agrega.

La misiva fue redactada a los pocos minutos que acontecieron los hechos, y narra el ingreso de las familias por la fuerza al establecimiento educativo, “sin ningún registro del encuadre institucional, se generó un clima de extrema tensión”, señalan los trabajadores del lugar, “que culminó con una docente golpeada y lastimada, situación inadmisible para todos quienes sostenemos con nuestra tarea la cotidianidad de la escuela”, agregan.

Tras estos hechos de violencia, decenas de gendarmes ingresaron a la escuela “portando armas largas, intentando mediar en el conflicto ante la presencia de nuestros alumnos que son menores de edad”.

Galarza, que además de ser profesora de la EEM, integra la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores, afirma que “la sistemática ausencia del Estado porteño y el vaciamiento educativo en los barrios populares, terminó con esta grave situación”. La profesora repudió la intromisión de la Gendarmería en el lugar, al mismo tiempo que reconoció que “hace años le venimos pidiendo al gobierno porteño, en especial a la Ministra Soledad Acuña, la implementación de los ‘corredores seguros’ que es una estrategia de cuidados comunitarios, pero no hay caso”, destaca la docente y termina: “Nuestro territorio tiene una dinámica que se consolida con una ausencia total de política públicas reales. Acá no entra el ministerio de educación, ni Salud ni efectivos de la Policía porteña, estamos totalmente desamparados”.

El repudio de diferentes sectores de maestros y maestras no tardó en llegar. “Fue una situación realmente muy grave la que sucedió en la EEM del Bajo Flores, donde además de ser una expresión de cómo impacta la crisis en los sectores populares, al mismo tiempo la ministra de Educación Soledad Acuña, se la pasa haciendo campaña con nuestros pibes y pibas, y mientras hace eso, esto es lo que pasa a diario en la realidad, dentro de nuestras escuelas”, cuenta a Tiempo el Secretario Adjunto de Ademys, Jorge Adaro. “Esto realmente pudo haber sido una tragedia, con cientos de pibes y la gendarmería presente en el lugar con armas largas”, agrega.

Suspensión de Clases

“Las amenazas, golpes e insultos que recibimos son una muestra de la ausencia de respuestas concretas a la particularidades del territorio, como la implementación de corredores seguros y programas que puedan acompañar las trayectorias escolares”, cuenta los docentes en el documento. “Nuestro mayor anhelo es que la escuela sea el reflejo de otros modos posibles, de otros vínculos, de una cultura del encuentro y de la solidaridad”, agregan y cierran: “Por eso, mañana habrá suspensión de clases hasta evaluar de manera colectiva como continuar. Nos mantenemos en estado de alerta e informaremos en el transcurso del fin de semana cuando nos encontraremos docentes, alumnos y familias para poner en común la extrema gravedad de los sucedido”.