Hombre de múltiples actividades, comprometido y profesional, Gustavo Campana lleva más de 36 años en la actividad periodística («Nunca trabajé de otra cosa», aclara), pero es la primera vez que atraviesa tan alto grado de exposición. Acompaña a Víctor Hugo Morales en la AM 750 con aportes sonoros y apuntes históricos originales y oportunos provenientes de un formidable archivo de materiales impresos y especialmente audiovisuales que viene trabajando desde el año 1981.Y esa visibilidad que, por condiciones propias alcanzó en el programa La Mañana, hizo asomar a Funes, el memorioso, otro ciclo excelente que desde hace siete años programa y conduce en la misma emisora.

Con respecto a su modalidad y estilo define: «No exponemos cosas viejas solo por ponerlas. Tenemos demasiadas batallas silenciadas y en muchos de esos sonidos encontramos respuestas para descifrar acontecimientos del presente», dice el responsable de un fondo sonoro integrado por miles de piezas, muchas incunables. Y añade: «No es tan importante la cantidad, sino cómo la mezcla de un sonido permite entender algo más de la historia». 

Es pertinente asociar al programa como a su realizador con uno de los escritos más conocidos de Jorge Luis Borges, «Funes». Dijo quien lo escribió en 1942 y lo publicó en 1944 que era «el hombre de los 70 mil recuerdos». En el texto, el propio Ireneo Funes menciona: «Más recuerdos tengo yo solo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo».

A partir de esa idea –construir y recuperar memoria lejana y reciente–, hace un par de meses Campana, con edición de Colihue, publicó su libro Prontuario. No hay neoliberalismo sin traición, una auditoría en tiempo real del primer año y medio del gobierno de Cambiemos y al que su autor conceptualiza como «radio en versión papel». Explica el origen de esta oportunísima ayudamemoria que convierte a sus oyentes en lectores. «Antes de ponerme a escribir empecé a dar charlas en centros culturales, sindicatos, algunos partidos políticos con el propósito de plantear todas las batallas culturales pendientes y posibles. A eso se sumaron los trabajos para la radio y ya con el libro en la calle la frecuencia de esas presentaciones se multiplicaron», explica. Agradece lo que Víctor Hugo propicia con su infuencia y popularidad. «El es el garante de nuestras palabras y sonidos. Hizo crecer la audiencia de la radio y nos hace crecer a todos», indica.

La extracción humilde de Campana también caracteriza a su persona. De chico, con su familia de origen pasó de vivir en un conventillo en Boedo a un departamento en Belgrano en donde su padre fue el encargado del edificio. Alumno de una escuela pública, con otros dos compañeros (que, con el tiempo, también se hicieron periodistas) cuando cursaban quinto grado hicieron una revista manuscrita que imitaba a El Gráfico. Egresado más adelante de la Escuela Argentina de Periodismo, se inició profesionalmente en la revista de basquet Minuto, que dirigía el mítico Estanislao Villanueva (Villita). En 1987 apareció por primera vez en Radio Splendid y, desde entonces, no paró. Como productor, redactor y conductor, pasó por Rivadavia (la emisora que modeló la banda sonora de su infancia y adolescencia), Excelsior, Del Plata, Ciudad y una extensa nómina de FM. En la década de los ’90 se acercó al lenguaje de la televisión, siempre desde lo informativo, en CVN, el primer canal de noticias en el cable, y en Telefé Internacional. Actualmente también cumple funciones en Radio Nacional. Allí, durante los fines de semana coordina una guardia artística (cargo que obtuvo por concurso) destinada a salvar la ausencia inesperada de un productor, el malestar repentino de un conductor o conductora, la falla o demora en una conexión. También, asociado con el operador Mauro Torres y con el coleccionista y librero Sergio Coscia, armó «lalalá», la primera radio temática en Internet, exclusivamente dedicada a la vida y a la obra de Luis Alberto Spinetta, que ya cuenta con varios miles de seguidores.

Alentados por esta repercusión el 11 de julio subieron a la Web una propuesta melliza: Radio Fuelle, íntegramente dedicada a la música de tango. Campana anticipa dos nuevas señales, una con música folklórica y otra con música de jazz. Incansable, desde hace poco, es uno de los sostenes de Circo criollo, un periódico de pensamientos e ideas, que circula por la zona de Vicente López y aledaños con distribución gratuita.

Semejante carga de actividades no le cancela la vida familiar. Campana está casado, su mujer es psicóloga, tiene dos hijos: Malena (26 años), profesora de Arte Dramático recibida en la escuela Andamio 90 y actriz, y Hernán (24), futbolista. Ella integró hace poco el elenco de la obra La complicidad de la inocencia y está por estrenar Buitres.Él viene de jugar como lateral izquierdo en Muñiz, club de la divisional D. 

Por frecuentar las actividades de sus hijos Campana es conocedor de teatros independientes y de canchas del fútbol aficionado. Periodista y conductor radial, archivero y militante, lo estimula la posibilidad de armar «un Funes televisivo» para un canal de YouTube y convertir los sonidos de Funes, el memorioso en un libro. Con Gustavo Eimon, el editor del programa, ya se aproximaron a la experiencia. Hace un tiempo distribuyeron entre oyentes 2000 copias en baja resolución de momentos atractivos del programa.

En uno de los dos prólogos del libro Prontuario (el otro lo suscribe Víctor Hugo Morales), Rodofo Braceli lo califica como «obrero de la memoria» y le tintinea un sonoro elogio. «Gracias por ser tu apellido, Campana. Sos campana, pero de escuela y, por supuesto, de escuela pública». Campana agradece y se propone seguir divulgando su trabajo, modelo de literatura urgente, manual para saber y para entender, con tratamiento y ritmo de diario porque buena parte de lo que allí se lee sucedió este mismo año. «Para muchos –sostiene– la historia puede ser el peor reflejo que les devuelve el espejo. Escribí el libro pensando en el país amnésico, el que se niega a recordar .Y lo hice sabiendo que por más sólido que sea mi trabajo chocará, inevitablemente, con los que tiene en sus manos el 80 por ciento de los medios de comunicación». 

A propósito de esta influencia, cuenta una anécdota formidable. A la altura de la muerte del fiscal Alberto Nisman, Campana cubría, entre sus intervenciones en Nacional y en la 750, unas ocho horas diarias frente a los micrófonos. Desde ese lugar manifestó claramente su posición frente al caso, opuesta a lo que la prensa mayoritaria sostenía. Un día, de visita en la casa de su mamá, ella le preguntó: «Entonces, Gustavo, ¿Cristina mandó a matar a Nisman?». La naturaleza del interrogante abatió al periodista, le hizo comprender hasta dónde llegaba el poder de los monopolios informativos. «Mamá –le pidió–, por favor, no me escuches más. Se ve que diez minutos de TN terminan con horas y horas de radio de tu hijo». 

Campanas al vuelo

El historiador ilustra:

»La traición es una marca de origen en el liberalismo y en el neoliberalismo. En la mayor parte de los países que fueron colonia, el destino se divide. Unos sueñan el futuro en función de valores como patria, soberanía, independencia. Y enfrente quedan los que se esmeran por ser agentes de la nueva dependencia. La primera gran traición sería la muerte de Mariano Moreno a manos de quienes querían seguir siendo los ojos de algún rey. (Juan José) Castelli muere al año y medio de ocurrida la Revolución de Mayo, y en ese lapso ve tanta traición a su alrededor que escribe: ‘Si ves al futuro, dile que no venga’.»

»El neoliberalismo te cuenta, por ejemplo, la historia del «Rodrigazo» como el fin de fiesta de un gobierno populista. Pero nada dicen de lo que fue la acción del «Grupo Azcuénaga» que tras la muerte de Perón y con la excusa de salvarnos del derrumbe diseñaron lo que vendría menos de un año y medio después. Ahí estaban, entre otros (José) Martínez de Hoz, (Ricardo Walter) Klein y el número dos del Ministerio de Economía (Ricardo) Mansuetto Zinn, inventor del concepto ‘Achicar el Estado es agrandar la Nación’. Después del golpe (el ministro de Economía Celestino) Rodrigo va preso por cuatro años. En cambio Mansuetto Zinn se convierte en el tercer hombre en importancia en el ministerio de Martínez de Hoz; luego, durante años, es gerente de una empresa del Grupo Socma y muere en 1995 en un accidente de aviación cuando era el número dos de YPF.»

»Trabajé el libro entre enero y abril de este año. Me tuve que armar un tiempo libre cada día. El eje del libro es la traición en general y en particular ir mostrando las traiciones madre del neoliberalismo. Mi propósito fue hacer un libro con herramientas para discutir con fundamentos y para pensar… En la cabeza de muchos argentinos hay olvidos favoritos. Y cuando lo que les devuelve el espejo no es favorable, entonces lo esconde. Y lo olvida.» «