Dos manzanas que habían sido entregadas durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández linderas a la actual sede de la cartera científica fueron «recuperadas» por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, según anunciaron este martes.

Allí harán la Ciudad de la Ciencia, que tendrá espacios verdes e instalaciones científicas. Según las autoridades, que recorrieron el predio este martes, se trata de una iniciativa «que busca incrementar la estructura científico tecnológica y su divulgación a nivel nacional».

De la cesión de tierras participaron también Anses y la firma estatal Playas Ferroviarias S.A. El ministro de Ciencia, Daniel Filmus, contó que el proyecto “fue resuelto en 30 días. Ya empezamos a trabajar y poner en práctica la ampliación. Es una alegría porque este Ministerio tiene una perspectiva territorial abierta a la comunidad”.

Filmus relató el origen del Polo Científico Tecnológico donde se erigió el Ministerio y en cuyo territorio se agregan estas dos manzanas: “surgió en Alemania. Viajamos con el entonces presidente Néstor Kirchner y visitamos, entre otros, el Instituto Max Planck, y hablamos de la posibilidad de colaborar. La visita hizo que tuviera una filial en Argentina, pero para eso había que construir el laboratorio. Viendo alternativas se recuperó lo que eran las Bodegas Giol, la idea era seguir”.

El espacio es público porque el Estado define cuál es el uso. Los recursos están si hay una decisión política y aquí está esa voluntad –remarcó–. Si realmente se quiere dar respaldo a la ciencia hace falta un Ministerio que desde el Estado encabece políticas que tienen que ver con la mejora de la calidad de vida de las personas y fundamentalmente con la soberanía”. Y adelantó que el parque estará adaptado para personas eletrodependientes.

La Ciudad de la Ciencia.

Sofía González, presidenta de Playas Ferroviarias S.A. (que depende de Anses) que antes de estar al frente del área fue comunera en CABA, destacó que “este es el resultado de una gestión que trabaja en la recuperación de espacios para el uso público, como lo hizo la vicepresidenta al crear Playas Ferroviarias. Esa es nuestra política, a diferencia de otras gestiones que subastan terrenos para hacer negocios. Pudimos recuperarlos y los ponemos a disposición de las vecinas y los vecinos/as de la Ciudad de Buenos Aires».

Ciudad de la Ciencia

La iniciativa es un proyecto impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Playas Ferroviarias y ANSES, que prevé la extensión del actual Polo Científico Tecnológico en dos manzanas contiguas, con una superficie total de 21.000 m2, a través de la cesión de un predio de 4.500 m2 por parte de Playas Ferroviarias.

Los nuevos edificios albergarán instalaciones de organismos públicos de ciencia y tecnología, una ampliación de los espacios de museos y exposiciones del Centro Cultural de la Ciencia C3, y espacios que promuevan la innovación y la transferencia del sistema científico, las universidades y de empresas de base tecnológica, en temáticas con potencial para nuestra ciudad.

«Los edificios se comunicarán mediante un parque lineal, en paralelo a las vías del Ferrocarril General San Martín, vinculando este proyecto con la trama urbana del barrio de Palermo, permitiendo el desarrollo de actividades culturales, científicas, lúdicas y productivas, con la ciudadanía, y poniendo en valor la historia del ferrocarril», indicaron.

El proyecto contempla instalar a todos los organismos que conforman la Jurisdicción de Ciencia y Tecnología, alojándolos en la zona del Polo Científico Tecnológico, «optimizando de este modo los recursos del Estado Nacional, además de apuntar a generar una mayor divulgación de las actividades científicas y tecnológicas a través de la creación del nuevo espacio interactivo».

Desde el Ministerio de Ciencia hablaron de la intención de contemplar «la puesta en valor de la historia del ferrocarril», por lo que se espera agregar espacios dedicados a su incidencia en el barrio y a la Ciudad en general: cómo el tren colaboró con la llegada del vino a granel desde la provincia de Mendoza a la Capital a las ex Bodegas Giol y Santa Ana, y cómo la primera la antigua Giol se transformó hoy en el Polo Científico Tecnológico.

Además, convocarán a concursos de artistas para que propongan obras e instalaciones a escala urbana que se ubicarán dentro del predio, buscando que vinculen las artes con las diferentes ramas de la ciencia, «generando un importante hito urbano que muestre la indisolubilidad de los vínculos entre la sociedad y el conocimiento».