Si bien ya venía ocurriendo previamente, tras la pandemia las demoras y las esperas en el sistema de salud se profundizaron. Pero en el quirófano cada tiempo que pasa es vital. Por eso el Ministerio de Salud bonaerense viene desarrollando una iniciativa tan novedosa como efectiva: los maratones quirúrgicos.

Se realizan con una frecuencia de tres a cuatro semanas, variando el grupo de hospitales que protagonizan cada jornada. Hoy se realiza una nueva maratón y uno de los epicentros será el Hospital Ballestrini en La Matanza. Durante horas y horas distintos profesionales se convocan en una jornada especial para darle curso a cirugías que vienen postergadas. Una actividad que va de la empatía al compromiso con la salud pública.

Desde mayo se estableció este dispositivo de resolución para listas de espera quirúrgicas en patologías prevalentes detectadas como litiasis vesiculares, hernias y eventraciones. Incluye al menos siete hospitales provinciales de seis regiones sanitarias: Ballestrini, Ramón Carrillo (San Vicente), Eva Perón (San Martín), Simplemente Evita (La Matanza), Güemes (Haedo), San Felipe (San Nicolás) y Piñeyro (Junín). Por jornada realizan hasta 26 cirugías, y ya están por superar las 100 en pacientes seleccionados de baja complejidad, aprovechando los fines de semana la disponibilidad de camas, quirófanos y personal, sumando a personal provincial fuera de su horario habitual de trabajo.

Foto: Gentileza Liliana Álvarez

Según la directora ejecutiva del Hospital Ballestrini, Liliana Álvarez, la idea de hacer estos maratones (que de manera oficial serían cirugías en días no programados o no habituales de resolver) es la respuesta del Ministerio hacia todos aquellos pacientes que están en lista de espera. Se trata de «un cuello de botella» que se acrecentó tras los picos de Covid–19, donde las instituciones dedicaron toda su atención a esa contingencia, demorando el tratamiento de otras patologías. Y las propias personas que, en ese contexto, dejaron de atenderse, retrasando diagnósticos. Pasó el coronavirus y el sistema desbordó.

«Luego de la pandemia se llegó a un momento donde se generó una gran lista de espera de pacientes quirúrgicos y esta respuesta fue una forma de poder aumentar la oferta desde los hospitales provinciales», menciona Álvarez.

Sunday morning

Generalmente los pacientes, de baja complejidad y sin comorbilidades, se internan el mismo día de la cirugía y al otro día son externados. «Por ahora no hemos tenido complicaciones, que por supuesto pueden ser esperables como en todo proceso quirúrgico, pero hasta ahora los resultados han sido óptimos y no hemos tenido necesidad de conversión; esto es, cuando uno empieza a operar por vía laparoscópica un paciente y por cosas inherentes a la aparatología o a la patología del paciente no puede resolverse con este método y hay que hacer la incisión convencional», relata Álvarez.

Y explica que las y los pacientes que son elegidos para ser operados en cada maratón «son de una lista madre que existe a nivel de la Provincia de Buenos Aires y no son pacientes que están esperando turno, en este caso en el Hospital Alberto Ballestrini, por lo tanto lo que uno hace es resolver una patología quirúrgica que, por la contingencia de la pandemia, le llevó al paciente más retraso del que se espera habitualmente para una cirugía programada. Esto nos permite ir achicando la espera y reduciendo la demanda insatisfecha». El retraso en las cirugías (tanto en sector público como privado) se nutre de otros elementos contextuales: frenos a importaciones de productos y demoras de proveedores con las variaciones de precios.

En cuanto a los estudios pre quirúrgicos, al ser pacientes que han integrado ya las listas de espera de cirugías y que tienen contacto con el equipo de salud, solo hace falta actualizarlos. Todos son pacientes sin comorbilidades.

Foto: Gentileza Liliana Álvarez

 Si bien la palabra maratón suele ser asociada a una carrera (incluso a quién llega más rápido) Liliana aclara: «No es que se opera a la carrera, ni se opera rápido, acá se opera a los pacientes en un día que no es un día laborable en la institución, sino que se pone un día especial donde el servicio de salud se pone a disposición. Se arma toda una estrategia para poder en un día resolver una cantidad de patologías y con eso poder ir disminuyendo la gran lista de espera que hay para la cirugía programada».

La jornada ya se prepara en las horas previas. Los equipos se conforman con todos los eslabones necesarios para ese acto de extrema precisión que es una cirugía, desde médicos especialistas en cirugía general con gran expertise, hasta residentes, no profesionales en formación, técnicos y técnicas. Saben que se viene una jornada larga, pero sin que lo digan, sobrevuela en el quirófano y en los ambientes y vestuarios anexos la sensación del servicio a la comunidad.

El personal es convocado por el jefe de Cirugía de la institución, que se encarga de coordinar a nivel provincial estas maratones quirúrgicas. Habla con todo el equipo de anestesistas, instrumentadores, médicos, a ver quien está disponible y puede sumarse a la jornada. Comienzan a las 8 y terminan a las 21.

Granito de arena

Según indican desde el Ministerio de Salud bonaerense, el objetivo es agilizar la respuesta de pacientes con enfermedades de baja complejidad.

«Seguimos avanzando con un dispositivo clave que desarrolló el Ministerio de Salud para mejorar los tiempos quirúrgicos, realizando cirugías los fines de semana en hospitales públicos de la provincia, para garantizar mayor cobertura y optimizando el recurso humano disponible. En esta oportunidad ampliamos las prácticas a realizar con vasectomías sin bisturí y ligadura de trompa«, destacó durante la última maratón realizada en agosto el director provincial de Hospitales bonaerenses, Juan Riera.

Foto: Gentileza Liliana Álvarez

Gabriel Espinoza es médico cirujano hace 20 años y participa de las jornadas quirúrgicas en el Hospital Ballestrini. «La sensación es la del trabajo cumplido. Se plantea un objetivo, operar diez pacientes un domingo y al final de la jornada es una gran satisfacción porque se pudo cumplir; y conociendo además la alta demanda de pacientes insatisfechos que hay. Poder resolverlo es un granito de arena que ayuda y uno se va contento al final de la jornada», enfatiza.

Y acota: «para mí, como profesional, participar de la jornada es muy gratificante más allá de que el ritmo haga que a veces no haya tiempo ni de almorzar, pero saber que podemos aportar dando una solución a un planteo específico que puede mejorar la vida de muchos pacientes. A veces vamos cambiando de equipos, un domingo hay uno y el siguiente hay otro. Es una profesión que requiere su sacrificio, pero a la que uno se va acostumbrando. La clave es ir formándose con una mentalidad proactiva».  «

Se suman pediátricas, vasectomías y artroscopías

El programa de maratones quirúrgicos de la Provincia de Buenos Aires arrancó con siete hospitales públicos repartidos por diferentes regiones bonaerenses, desde La Matanza, Haedo y San Martín en el Gran Buenos Aires hasta Junín y San Nicolás, más hacia el interior.

Pero ante el éxito y la buena adherencia y predisposición de los diferentes equipos de salud y de la comunidad a estos dispositivos sanitarios de sábados y domingos, a partir de este mes planean extender los días hasta superar los 120 pacientes en cuatro fines de semana y 6 regiones sanitarias.

Además, por primera vez participará el Hospital Sor María Ludovica en La Plata con cirugías pediátricas. Y se prevén 5 hospitales (San Roque, Narciso López, Ballestrini, Allende y Ludovica) cubriendo 4 regiones sanitarias.

A su vez, dos hospitales centrarán sus maratones en intervenciones específicas, por un lado vasectomías (en la Maternidad Carlotto, en Moreno) y artroscopías de rodilla (en el Güemes, en Haedo).

Las iniciativas buscan descomprimir las altas demandas y listas de espera para cirugías en los hospitales públicos.

Operaciones de avanzada

A la par de los maratones, la Provincia sigue sumando operaciones de avanzada. Los hospitales «Presidente Perón» de Avellaneda, «San Martin» y «San Roque» de La Plata operaron a seis personas en lo que va del 2023 con técnicas de neuromodulación para tratar el temblor, la lentitud o la rigidez que genera la enfermedad de Parkinson.

Se trata de neuromodulación cerebral: son microcirugías que equilibran el sistema nervioso y que modulan áreas que son las que generan el trastorno. También pueden implantar un dispositivo que atenúa los síntomas.

A partir de la intervención gratuita, los pacientes logran autonomía en sus movimientos mejorando así la calidad de vida.

«El Ministerio de Salud, a través del programa provincial de Neuromodulación, que se implementa en varios hospitales provinciales permite el acceso de pacientes con trastornos neurológicos severos, entre los que se encuentra los síntomas del Parkinson, mediante intervenciones cerebrales e implantes electrónicos que mejorar sus síntomas», comentó el director provincial de Hospitales, Juan Riera.

En agosto, con otra técnica de avanzada, le extirparon un tumor a una mujer en el hospital de Escobar. Es la primera operación quirúrgica de alta complejidad en ese hospital público de un tumor en cráneo con un microscopio de última generación que permite resolver patologías de cerebro y columna. Los quirófanos centrales habían sido puestos en valor durante los últimos años.