Un equipo científico de la Universidad Nacional del Sur y Conicet avanza con “NanoAp”, un desarrollo que permite crear relleno óseo sintético que se degrada a medida que crece el hueso natural. Apuntan a que su aplicación sea en tratamientos médicos como el de fisuras, fracturas, procedimientos odontológicos o recuperación ósea tras la extracción de tumores benignos.

Los huesos del ser humano están compuestos en gran medida por minerales, que le otorgan su característico color blanco, y el resto son componentes orgánicos, células y proteínas. NanoAp permite que se cree un material con características físicas y químicas similares a la parte mineral ósea. Así lo explica Noelia D’Elia, coordinadora del proyecto, a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “Se trata de un compuesto que se obtiene de la mezcla de un componente sólido y uno líquido. El resultado es una especie de pasta que puede aplicarse en tratamientos médicos para rellenar un defecto óseo”.

La bióloga detalla que el material puede utilizarse en fisuras, fracturas o, incluso, en tratamientos odontológicos. “Cuando se saca una pieza dental y necesitamos recuperar el hueso del maxilar para colocar un implante, podemos aplicar este compuesto que lo que hace es presionar ese defecto. Con el paso del tiempo, el mismo cuerpo formará el hueso natural y este material se degradará”, manifiesta.

Asimismo, también puede ser útil en otras situaciones, como es la extracción de tumores benignos. Cuando se quita, suelen quedar orificios en las zonas óseas que requieren de algo, como la NanoAp, que esté en el lugar del hueso hasta que este se forme nuevamente; de lo contrario, las células invaden ese espacio y no dejan lugar al crecimiento óseo. 

“Estamos en la etapa de laboratorio que trata de la caracterización del material y de la manera de obtención del mismo. También, presentamos una solicitud de patente de este desarrollo con el objetivo de vincularnos con alguna empresa o laboratorio que tenga la posibilidad de probarlo en animales y, luego, en personas”, cuenta D’elia.

Hasta cien veces más barato

En la actualidad, cuando el tejido óseo disponible no es suficiente para el implante se utilizan distintas técnicas, como el hueso liofilizado (de origen bovino que se colocan en el cuerpo y son absorbidos por el mismo), un injerto de la propia persona o provenientes de los bancos de huesos –espacios encargados del almacenamiento, procesamiento y distribución de tejidos humanos, como piezas óseas, cartílagos, articulaciones o tendones–.

“Son varias las desventajas de estos métodos. En el caso del primero, las empresas que proveen los huesos de origen de vaca o de cerdo deben realizar varios tratamientos para limpiarlos y que no se transmitan enfermedades al implementarlos en el cuerpo”, señala la docente de la Universidad del Sur.

La científica agrega que, en el caso del injerto de la propia persona, “el paciente sufre mucho dolor y, a veces, no funciona. En cuanto a los huesos que son donados desde el Banco de Huesos lo que sucede es que estos lugares no son muy accesibles para aquellas personas que viven lejos de las grandes ciudades”.

En este marco, D’elia afirma a la Agencia que NanoAp no sólo es un relleno sintético con la misma composición química que los huesos naturales del cuerpo humano, sino que también es un producto diez veces más económico que los nacionales que se utilizan en la actualidad y cien veces más que los importados. A su vez, al estar generado con nanotecnología permite que se utilicen técnicas como la incorporación de fármacos que estimulen la formacion del hueso, antibióticos o antiinflamatorios.

Además, plantea: “Nuestro fin es que pueda ser utilizado en los hospitales públicos y que llegue a lugares donde los métodos actuales no llegan”.

*Artículo elaborado por LUCIANA MAZZINI PUGA para la Agencia de Noticias de la Universidad de Quilmes (Unqui)