La prestigiosa revista científica Nature, en un artículo titulado «Cortar el apoyo a la salud y la ciencia no debería ser una opción en las elecciones de Argentina», publicado este martes, describe de manera pormenorizada el daño que le haría a la ciencia si el ultraliberal de extrema derecha, Javier Milei, gana el balotaje el próximo 19 de noviembre.

«Si es elegido, Milei planea una remodelación radical de la financiación para la ciencia, el medio ambiente, la salud y la educación. Su objetivo es reducir el gasto del gobierno de Argentina, muy endeudado, en un 15 % del producto interno bruto (PIB)», analiza la editorial.

«El plan de Milei vería el cierre de la principal agencia pública de financiación científica de Argentina, el Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica (CONICET), que proporciona financiación a 12 000 investigadores en 300 instituciones a un costo anual de 400 millones de dólares», señala la publicación, al tiempo que añade: «Dice que eliminaría tres ministerios: Medio Ambiente, Salud y el Ministerio de Mujer, Género y Diversidad. Milei quiere que las empresas privadas lleven a cabo la educación primaria, secundaria y universitaria, con los padres y estudiantes que reciben vales para gastar en las instituciones educativas de su elección. También tiene la intención de reducir lo que ve como barreras al comercio, que podrían incluir regulaciones sanitarias y ambientales».

En el artículo también se hace referencia a otra nota publicada en la misma revista hace unas semanas atrás. La misma está firmada por Víctor Ramos, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Argentina en Buenos Aires, en donde cuenta que «nunca ha escuchado a un político proponer ideas tan extremas» en los casi 60 años desde que se graduó de la Universidad de Buenos Aires en 1965.

«No hay duda de que los líderes de Argentina han deprimido a su pueblo. Alrededor del 40% de la población vive en la pobreza, causada en parte por la inflación de más del 100%», reconoce la publicación, y razona: «El país es el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional (FMI) y debe alrededor de 46.000 millones de dólares».

«La economía mundial en su conjunto está experimentando un período de bajo crecimiento. Pero la solución no es reducir la investigación y el desarrollo (I+D), y mucho menos abolir toda una agencia de financiación científica», se advierte en el artículo, en donde se resume que más bien debería «suceder lo contrario».

Por último, el artículo puntualiza que Argentina gasta actualmente solo el 0,5% de su PIB en I+D, muy por debajo de los estándares de algunos países de ingresos medios, en particular Brasil, que destina alrededor del 1,2%. El promedio de las naciones de altos ingresos fue de alrededor del 2,7 % en 2020.

«Eso es a lo que Argentina debería aspirar. El cambio no ocurrirá de la noche a la mañana y necesita una gestión económica estable. En lugar de abolir su agencia de financiación y sus ministerios clave, los líderes de la nación deben trabajar en estrecha colaboración con los científicos y aprovechar sus conocimientos y habilidades. Los investigadores están listos para desempeñar su papel. Solo necesitan una oportunidad para contribuir», concluye.