Ni Tecnópolis se salva del ajuste presupuestario de Cambiemos. El 2017 le significará a la Megaferia de Ciencia, inaugurada en 2011, un recorte del 13,87%: de 134.947.913 pesos en 2016 descenderá a 116.230.517 para el año próximo. Si se comparan ambos períodos, tomando como valor a cuánto estaba el dólar en el momento de elaborar cada presupuesto, la baja de lo asignado a Tecnópolis es del 45%, sin contar la inflación registrada desde lo pautado por el FpV en 2015 para este año, y los actuales aumentos de precios. 

El recorte es sistemático en casi todo el ministerio de Ciencia. Mientras que el presupuesto total se incrementa (en pesos) un 50,54% la finalidad Ciencia y Técnica sólo lo hace un 32,36%. La cartera pasará de ocupar el 0,75% del presupuesto nacional, a apenas el 0,59%. Se trata de la menor asignación desde que se creó el ministerio. El recorte será de 6 mil millones de pesos respecto a 2015. 

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica son dos de los sectores más perjudicados, con quites del 6,5% y el 32%, respectivamente. «Estamos preocupados, pero no angustiados. No es una situación inusual. Esto siempre ha ocurrido», señaló días atrás el ministro Lino Barañao. Desde el INTI y el INTA denunciaron que el recorte presupuestario es insostenible y que implica despidos de investigadores y técnicos.

Jorge Aliaga, del grupo CyTA (Ciencia y Tecnología Argentina), destacó que “salvo el Instituto Geográfico Nacional, el Servicio Meteorológico Nacional y el Servicio Geológico Minero Argentino, el resto de las dependencias sufre disminuciones en pesos o subas”. El Grupo CyTA, que integran entre otros Alberto Kornblihtt, Roberto Salvarezza y Adrián Paenza, advirtió que «Macri se encamina a incumplir la promesa electoral de llevar la inversión en ciencia y tecnología al 1,5% del PBI».

En el Congreso de la Nación alertaron que estos números provocarán una nueva fuga de cerebros. Esta semana lo tendrán que debatir los diputados. Mientras tanto, representantes del Conicet (que este año aún tiene cientos de investigadores a la espera de ser efectivizados), convocaron a una movilización el 25 de octubre. Y también empezaron a moverse las facultades: Exactas de la UBA encabeza un petitorio para que se revean los montos asignados. Ya suman más de 23 mil firmas de respaldo. 

José Paruelo, profesor titular de la Facultad de Agronomía de la UBA e investigador superior del CONICET, aseguró: «Tener investigación científica no es un lujo cultural sino una necesidad imperiosa en un país que pretenda mejorar las condiciones de vida de sus habitantes».