“Somos la mano de obra más barata que tiene la salud en la Ciudad”, denuncian las y los trabajadores de enfermería de los Centros de Salud Comunitaria (CESAC). La frase no es en vano, la enfermería viene arrastrando un cúmulo de situaciones que pone al borde de la indigencia a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras del sector. Desde la falta de reconocimiento como profesionales de la salud, situación que se refleja en un salario 50% menor al que cobra un trabajador de la salud dentro de la carrera profesional; hasta las pésimas condiciones laborales, en zonas empobrecidas y en centros de salud con falta de insumos y herramientas elementales para poder trabajar.

A estas situaciones se le suma la falta de pago del SAMO (fondo del Sistema de Atención Médica Organizada), un plus salarial que se otorga dos veces al año, que es el recupero de lo recaudado por las obras sociales donde, una parte de ello, se distribuye entre los trabajadores. A los enfermeros y enfermeras que dependen del escalafón general, les pagaron alrededor de 8.700 pesos, mientras que a los otros profesionales que trabajan en los CESAC les depositaron el monto correspondiente a la instrucción hospitalaria, que en algunos casos, supera los 30 mil pesos. Por esta razón, lunes y martes realizarán un cese total de actividades y el miércoles movilizarán al ministerio de Salud porteño.

Hace 18 años que trabaja en el mismo CESAC y no deja de sorprenderse. Afirma que cada día el gobierno de la Ciudad realiza un nuevo avance sobre sus derechos laborales: “Trabajamos en condiciones indignas, somos las que vamos a buscar a los pacientes a los barrios, quienes estamos rastreando a las personas que pudieron haber contraído dengue, armamos postas de salud en cada barrio y a todo eso se le suma el trabajo administrativo que estamos obligadas a hacer”, cuenta a Tiempo Paola Grenci, Licenciada en Enfermería del CESAC 19 que funciona en la Villa 1-11-14 del bajo Flores.

La profesional de la salud asegura que todos los días la cartera que conduce Fernán Quirós, les pide que hagan algo nuevo: “Es muy amplio el primer nivel de atención médica. Es hermoso, amo mi trabajo, pero todos coincidimos en que estamos muy precarizados con nuestros salarios. Es muy bajo lo que nos pagan. Y si a esto le sumamos lo del SAMO es algo absolutamente discriminativo: somos los que más trabajamos y somos los que menos cobramos”, agrega Grenci.

Y termina: “Hay muchas incumbencias de enfermería que no deberíamos manejar. Por ejemplo, nos obligan a manipular el oxígeno y en cualquier momento volamos porque tenemos una cámara donde hay cuatro tubos de oxígeno y dejan de funcionar. En mi caso, cada vez que necesitamos de oxígeno para pacientes, tengo que pedir una llave, abrir la cámara y tener mucho cuidado porque con cualquier chispa todo puede volar por el aire, y así y todo no nos quieren pagar”.

Las y los trabajadores de los CESAC, coinciden en que esta diferencia en los pagos salariales es una nueva discriminación por parte del Gobierno de Rodríguez Larreta hacia la enfermería. El sector recibió en concepto de SAMO, en algunos casos, hasta 3 veces menos que los profesionales del CESAC y el equipo de trabajadores de sus Hospitales de cabecera.

Por ejemplo, mientras quienes trabajan en el hospital Ramos Mejía cobraron 32 mil pesos, las enfermeras de los Centros de Salud del área del Ramos cobraron 8700$. Frente a esta situación, decidieron de manera unificada el cese de actividades para los días lunes y martes. Y una movilización  hacia el Ministerio de Salud, el próximo miércoles, para exigir la equiparación del pago.

Los sueldos más bajos del sector

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Foto: Carlos Brigo / TELAM

“Ya contamos con los sueldos más bajos, atrás de los sueldos provinciales y de los nacionales y también por debajo de los salarios del sector privado. Tengo una carrera de grado con más de 20 años trabajando en la Ciudad y mi salario no llega a los 200 mil pesos, cuando en sanatorios están cobrando hasta 300 mil, y ni hablar en la carrera profesional que es lo que Larreta nos niega”, explica a este medio Gabriela Nakamura, Licenciada en Enfermería y trabajadora del Cesac N° 11, del área programática del Hospital Ramos mejía.

Nakamura destaca que esta nueva discriminación en el pago del SAMO creó otra conmoción en el sector: “En todos los Centros de Salud comunitaria debemos ser alrededor de 400 enfermeras y enfermeros en los 48 CESAC. Nosotras somos las que salimos al territorio, recorremos casas tomadas, hoteles inquilinatos; esto lo hacemos desde siempre y más aún cuando estuvo la pandemia”, agrega.

Las tareas que realizan los CESAC

Las actividades  que lleva adelante el sector enfermería en los CESAC son muy amplias. Incluye el trabajo en los equipos territoriales en forma interdisciplinaria, realizando visitas domiciliarias para facilitar mayor accesibilidad a la población más vulnerable. Atención en el programa CEPAD, pesquisa y educación para el HIV; sífilis, etc. Además, son los que crean las postas de bronquiolitis y los que sostienen las diferentes campañas: Polio, que terminó el viernes; COVID, antigripal 2023, y todas las vacunas del calendario

Mario Rolón es Licenciado en Enfermería y hace 14 años trabaja en el CESAC N° 9 del barrio de La Boca. “No solo es tomar la presión arterial como creen muchos. Acá en el barrio surgen historias, la escucha activa es fundamental para ver esas necesidades que trae el paciente y que tenemos que estar alerta a los que nos cuenta y ver cómo hacemos una intervención. Muchas veces, esa carga emocional que llevamos a nuestras casas o al otro trabajo, es a consecuencia de estas intervenciones: cuando te piden dinero, cuando lloran, cuando tienen dolor, cuando quieren ser solo escuchados”, cuenta Rolón.

El trabajo se volvió inseguro y violento

En los últimos tiempos ha aumentado la violencia hacia todo el sector, en particular sobre enfermería, administración y farmacia, que son la cara visible de los centros de salud. “Todo esto repercute en la calidad de la atención y por ende en enfermería por ser el rostro visible o la puerta de entrada a la atención primaria”, explica el Licenciado Rolón y agrega: “aliviaría mucho el reconocimiento profesional con la inclusión y el pase a la carrera de profesional. En mi caso, 8 años de estudio, 3 años de profesional, 2 de licenciatura y 3 de especialidad no es poca cosa. Necesitamos ser reconocidos como profesionales de la salud”.

El viernes pasado, Tiempo publicó el reclamo de enfermería del Centro de Salud Comunitario (CESAC) N° 25 ubicado en las inmediaciones de la Villa 31. Desde diciembre de 2022, viene funcionando de manera intermitente, dado que hace tres semanas interrumpió sus actividades por hechos de inseguridad. Este viernes 31 de marzo, vecinas y vecinos del barrio, cortaron la calle para visibilizar el reclamo.