“Somos profesionales de la salud le guste o no le guste a Quirós y a Larreta”, gritaban acompañados de bombos, vientos y platillos, cientos de trabajadores y trabajadoras de la enfermería que se manifestaron en las puertas de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario de Hipólito Yrigoyen al 900. La jornada es el comienzo de una decisión final, donde la justicia tiene la última palabra. En los próximos meses, deberá resolver la cuestión de fondo: si un enfermero es un profesional de la salud, o no.

Si bien la premisa parece un planteo del siglo pasado, el gobierno porteño, mediante la sanción de la Ley 6035 en 2018, excluyó a los licenciados y licenciadas en enfermería de la carrera profesional, una decisión que mantiene precarizados a miles de trabajadores de la salud. Tras varias idas y vueltas en el poder judicial, la cámara de apelaciones citó para este miércoles 10 de mayo, al ministro de Salud Fernán Quirós y a los referentes de los principales gremios del sector. El titular de la cartera de salud no se hizo presente y envió en su lugar al Subsecretario de Planificación Sanitaria, Daniel Ferrante.

“Es como si el día de mañana digan que un ingeniero electrónico no es un profesional de la industria o una maestro o maestra no es un profesional de la educación, parece mentira pero estas cosas tengamos que discutir en la Ciudad en pleno siglo XXI”, señala a Tiempo Abelardo Arrúa mientras se manifestaba en las puertas de la sede del poder judicial porteño. Arrúa es Jefe de división de enfermería del Hospital Tobar García, situado en el barrio de Barracas y considera que los funcionarios porteños están muy alejados de la realidad. “Esta gente debería atenderse en un hospital público, vas a ver cómo aumentan el presupuesto de un día para el otro y cómo nos aumentan significativamente el salario a miles de enfermeros. Saben que la calidad sanitaria tiene que ver con mayor presupuesto, pero cuando tienen que gestionar hacen todo al revés”. Pese a las responsabilidades que tiene como jefe de enfermería, Arrúa, entre antigüedad y presentismo, tiene un salario que apenas llega a los 200 mil pesos. “Es una vergüenza que tengamos que estar reclamando por nuestro derecho a un salario digno, pero más allá de la ausencia del ministro Fernán Quirós y de todas las mentiras que dice en los medios, vamos a lograr nuestro objetivo”, remata.

Pasadas las 14, las diferentes partes convocadas entraron a la cámara de apelaciones para participar de la audiencia, a excepción del titular de la cartera sanitaria, Fernán Quirós, que “por cuestiones de agenda”, no pudo asistir al llamado de la justicia. En su lugar envió al actual Subsecretario de Planificación Sanitaria, Daniel Ferrante.

“Es realmente toda una declaración que el ministro no haya venido hoy a este lugar. No quiere dar la cara porque sabe que tenemos razón”, aduce en las inmediaciones de la cámara de apelaciones y en diálogo con este medio, el delegado de ATE del hospital Durand, Héctor Ortiz. “El ministro no puede sostener sus mentiras en cuerpo presente y es por eso que no vino. Nosotros seguimos defendiendo nuestra postura y la seguiremos sosteniendo más allá de los falsos argumentos de Quirós”, remata.

De qué se habló en la audiencia

La Sala 2 de la cámara de apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo, integrada por los jueces Marcelo López Alfonsín, la magistrada Mariana Díaz, y el presidente de ese organismo, el Dr. Fernando Juan Lima, citaron a las partes para conocer los argumentos y las historias de vida de quienes trabajan a diario en los hospitales públicos de la Ciudad.

“Fue una audiencia muy positiva, por primera los jueces nos vieron las caras y nosotros a ellos, y pudieron escuchar los argumentos de nuestros representados. El objetivo era contar un poco lo que no estaba en el expediente, lo que estaba por fuera de lo técnico y jurídico”, contó a este medio la abogada Laura Teresa Lamas, que representa legalmente al Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE) y a más de 100 licenciados y licenciadas en enfermería. La letrada manifestó que la carta abierta enviada por varios referentes sindicales y trabajadores del sector, conmovió mucho a los jueces y es por eso que decidieron realizar esta audiencia. “Hoy contaban como muchos de sus compañeros morían trabajando como si fuera una batalla en medio de la pandemia, no morían solo por COVID, sino por la cantidad de horas que trabajaban para poder ganar un sueldo digno. Argumentaron también por qué se sienten discriminados y las necesidades del sector para mejorar las condiciones laborales. El juzgado fue muy receptivo y se sensibilizó con cada una de las historias”, acotó.

Los argumentos del ministerio de Salud

“Prácticamente no pudieron brindar ningún argumento sólido para justificar por qué los enfermeros y enfermeras están fuera de la carrera profesional”, lanzó Lamas. “Los propios jueces se dieron cuenta de esto. En un momento la jueza Díaz le consultó eso mismo a Ferrante y no supo que decir. Ellos argumentan que ven a los técnicos y a los licenciados como un solo grupo de trabajo y que no quiere discriminar entre los técnicos y los licenciados, pero no reconocen que las responsabilidades institucionales, profesionales y de formación son diferentes”, agrega.