Encerrados, con temperaturas que rondan los 38 o 40 grados y sin circulación de aire. En los edificios “nuevos” con algunas aulas invernadero con ventanas que no se abren y el sol que pega de lleno todo el día. Si la ola de calor la sufren quienes transitan a diario las calles porteñas, no es muy difícil ponerse en el lugar de miles de chicos y chicas que pasan hasta ocho horas diarias en sus aulas sin un soplo de aire fresco en medio de la ola de calor.

Este jueves, Tiempo publicó un relevamiento preliminar de la Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de la UTE, que dejó en evidencia que, en medio de las altas temperaturas que atraviesa la Ciudad y otras jurisdicciones, la cartera que conduce la ministra Soledad Acuña no dejó en condiciones los sistemas de ventilación y aires acondicionados de las escuelas porteñas. El informe proyecta que son alrededor de 450 edificios escolares que tienen problemas en la ventilación. Por esta razón, en varias escuelas se suspendieron las clases con chicos y chicas descompensados y deshidratados. Tras la publicación de la nota en este medio, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), presentó un proyecto de resolución donde exige al Gobierno de la Ciudad y al Ministerio de Educación, que arbitre los medios de manera perentoria que garanticen la climatización en las escuelas de la Ciudad, correspondiente y necesaria ante las elevadas temperaturas.

“Mientras Larreta y Acuña hablan de ‘revolución educativa’,  el estudiantado y trabajadores de la educación padecen la desinversión presupuestaria. La ola de calor una vez más desnuda la grave situación edilicia de las escuelas en las que asistir constituye una exposición de la salud”, denuncia en diálogo con Tiempo el legislador Gabriel Solano.

En el documento presentado en la Legislatura, afirman que la Ciudad una vez más demuestra “no sólo las mentiras de Larreta respecto de la situación edilicia escolar sino el desprecio a quienes asisten a las escuelas públicas de gestión estatal administradas desde cómodas dependencias con la refrigeración correspondiente. Se denuncian más de 450 escuelas con problemas de esta índole al punto que en algunas de ellas se ha determinado la suspensión de clases”. En ese sentido, el diputado del Partido Obrero dentro del FIT manifestó a este medio que los “estudiantes y trabajadores sufren descompensaciones, desmayos y deshidratación. Estas son las escuelas que Larreta promete para todo el país. No nos dejemos engañar, la revolución educativa de Larreta se constituye como un ataque permanente a las condiciones de enseñar y aprender”.

Fundamentos de la resolución presentada

“Mientras la ministra Soledad Acuña y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta tienen vidas cómodas de funcionarios, incluso sus propios hijos cuentan con comodidades de las que carecen por completo quienes hoy asisten a la escuela pública, atentan contra la salud, el bienestar y las condiciones adecuadas para enseñar y aprender continúan siendo vulneradas al extremo de la deshumanización”, esboza el documento presentado este jueves en la Legislatura porteña. “Los reclamos se multiplican minuto a minuto, incluso escuelas enteras denuncian la situación descripta. La preocupación de docentes, conducciones escolares, estudiantes y familias respecto de la salud no puede chocar con los caprichos de la campaña electoral de Larreta-Acuña”, agrega.

Suspensión de clases por altas temperaturas

Ante los casos de descompensación y deshidratación de chicos y chicas en escuelas porteñas, como consecuencia de la ola de calor y la falta de ventilación en los edificios, la ministra Soledad Acuña tiene la alternativa de suspender el ciclo lectivo hasta tanto mejore o se resuelva la situación. Es más, la decisión no depende de una orden directa del Ejecutivo porteño o de la titular de la cartera educativa, quienes pueden ejercer ese derecho son las y los directores o rectores de cada establecimiento escolar, como lo indica el artículo 51 del Reglamento Escolar vigente. “La superioridad podrá autorizar la suspensión de actividades por causas no previstas en los artículos anteriores. Los pedidos deberán indicar la forma de recuperar las clases no dictadas, mediante la utilización de días inhábiles o la prolongación del término lectivo: “Cuando por razones sanitarias o de seguridad se hiciera indispensable la adopción de tal medida o así lo dispusiera la respectiva autoridad competente”, o cuando “en ocasión de peligro inminente y grave o por causa de catástrofe o calamidad pública”, estipulados en los puntos 4 y 5 respectivamente, “el/la Director/a, Rector/a podrá disponer la suspensión de actividades escolares, dando cuenta con anterioridad o inmediatamente después, según corresponda, de su decisión a la Supervisión”, ordena el reglamento.