Todas las propuestas de Construir TV y Construir Cine tratan de mostrar el mundo a través de los ojos de los trabajadores. Y por eso hace foco en diversas problemáticas del trabajo, como el infantil, o el forzoso, a la vez que incluyen diversas miradas y temáticas muy actuales como, por ejemplo, las de género, migración, discapacidad, el impacto que tiene la revolución digital y los avances tecnológicos, el cuidado del medio ambiente, entre muchas otras. Las programaciones siempre incluyen la mirada del trabajador y cómo afecta el trabajo en su vida y también de qué manera lo hace en la propia sociedad. Tanto en  Construir TV como en el festival Construir Cine: ambas propuestas pertenecen a la Fundación Uocra, que además contiene el teatro Gastón Barral, que pone en marcha funciones todos los fines de semana, con obras dirigidas por directores argentinos.

Este 2018 elegimos para el festival Construir Cine, que transita por su quinta edición, la temática de «El futuro del trabajo». Una problemática que se resalta claramente en un momento laboral como el actual. La elección estuvo influenciada en el hecho de que este año en la Argentina se realizan las reuniones previas y la propia Cumbre del G-20 –donde Gerardo Martínez, secretario general del gremio, representa a los trabajadores–, tiene como uno de los pilares temáticos, justamente el «futuro del trabajo». 

Tenemos el objetivo primordial de acompañar desde la cultura y generar un puente con el trabajo. Que los cineastas y los demás integrantes del mundo de la cultura encuentren un espacio para expresar sus inquietudes respecto del mundo laboral.

El festival siempre se desarrolla en conmemoración del día del trabajo y forma parte de una asociación internacional de festivales de esta temática. Invariablemente tiene propuestas temáticas dirigidas al mundo del trabajo y los trabajadores y como condensado de películas en una semana, adquiere un impacto muy fuerte. No son temáticas pochocleras ni part time pero justamente por eso intentamos brindarles visibilidad.

Este año recibimos 4200 inscripciones: explotó el festival respeto del 2017, cuando hubo 750 anotados. Crece sustancialmente año tras año. En esta ocasión son más de 2500 largometrajes, 1500 cortometrajes de ficción y documentales, que llegaron desde 60 diferentes países y también un centenar de videominutos. Tuvimos un trabajo enorme para seleccionar las 62 películas finalistas en total. El festival tuvo su lanzamiento en el Planetario y se abrió este año con una ficción, la película portuguesa, La fábrica de la nada, dirigida por Pedro Pinho. Quisimos innovar, porque cuando uno habla del trabajo es más común asociarlo a documentales. 

Destaco que un sindicato abra una ventana para temas tan importantes. Es un caso único. Hay otros gremios que tienen canales de televisión, pero con un concepto mucho más informativo, que se ocupan del quehacer del propio gremio y sus actividades. Este proyecto es inédito y vanguardista. Son ventanas de difusión para abrir el debate, porque convocamos a que vengan realizadores a contar la historia que quieren contar, pero sumando también a chicos y jóvenes, para que puedan transmitir, de un modo artístico, sus pensamientos y sus ideas respecto del futuro del trabajo. 

Se trata de proyectos y realizaciones muy diferentes, hay una variedad enorme y la curaduría trata de reflejar toda esa realidad. Es lo que piensan los trabajadores y es ahí donde tenemos que apuntar para construir ese puente con el mundo del trabajo, dejando así un escenario abierto para la opinión de todos, procurando el diálogo social y el consenso. 

Es la mayor meta del festival, aunque también es una meta que se pone el canal, Construir TV, donde la respuesta, tanto de los afiliados como del público en general, es magnífica. En ese espacio, los propios trabajadores son los protagonistas, dado que una consigna es que la mayoría de los programas se graben en los lugares de trabajo. 

Por cada uno de los temas que se eligen y trabajan en al festival, nos complementamos con los equipos de trabajo del propio gremio (por ejemplo los de adicciones, discapacidad, salud, entre otros), y también articulamos con muchísimas organizaciones no gubernamentales. 

Uno de los hechos concretos fue la coordinación para que el programa de Construir Cine llegue a las cárceles. Empezamos en el penal de Ezeiza donde se realizaron funciones de las películas seleccionadas.

También fue fundamental para nosotros darle cabida a la cuestión de género. Por ejemplo, una de las películas que emitimos en el festival, en el Gaumont, fue Claudia tocada por la luna, referida a una joven trans chilena, que cuenta su historia relativa al trabajo, cómo se convirtió en obstetra. 

Las proyecciones son en el cine Gaumont, el teatro Gastón Barral, el Centro Cultural San Martín y el Cine York del Centro Cultural Olivos. Cuenta con el apoyo de la OIT, el British Council, Mutek AR, el Lumiton Museo del cine Usina Audiovisual, entre otros, y se extienden hasta el miércoles 16.<

* Directora de Construir TV y Construir Cine