El Parlamento británico, con la mayoría conseguida en las últimas elecciones aprobó la salida de la Unión Europea el 31 de enero de 2020. Los ediles de la Cámara de los Comunes votaron por 358 frente a 234 votos trasladar el proyecto del primer ministro Boris Johnson a la etapa de comisiones.

Johnson comenzó su discurso en la cámara con un llamado a «escribir un nuevo capítulo en la historia del país». El Parlamento británico volverá a sesionar el 7 de enero y los diputados podrán realizar la votación final y definitiva en la segunda semana de enero. Luego, la reina Isabel II tendrá que promulgar el acuerdo antes del 31 de enero.

Aprovechando su nueva mayoría, Johnson envió un nuevo proyecto a la los Comunes diferente al de unos meses atrás. Por ejemplo, quitó la garantía de mantener los derechos laborales, que era una concesión para ganar aliados.

«Aprovecharemos las ventajas de nuestras nuevas libertades para legislar sobre el medio ambiente y los derechos laborales y de los consumidores», sostuvo Johnson.

El gran derrotado en las urnas, el laborista Jeremy Corbyn, condenó el proyecto de acuerdo de Brexit, y aseguró que este acuerdo “será usado como una topadora para avanzar hacia más desregulación y un acuerdo tóxico con Donald Trump para vender nuestro sistema de salud público y aumentar los precios de los medicamentos. Seguimos convencidos de que existe un mejor y más justo camino para abandonar la UE”.