Felicitado en el extranjero y aclamado por sus partidarios en Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien este domingo ganó la reelección en segunda vuelta para asumir un tercer mandato de cinco años, dirigirá un país minado por la crisis económica y profundamente dividido.

Pese a que la oposición concurrió unida y el país sufre una crisis económica aguda, el mandatario, de 69 años, se impuso ayer en segunda vuelta con el 52,1% de los votos frente a 47,9% de su rival, el socialdemócrata Kemal Kilicdaroglu, según el conteo provisional de anoche del 98% de los votos, según la agencia de noticias pública Anadolu.

El líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) lleva dos décadas en el poder en Turquía (desde 2003 a 2014 como primer ministro, cargo que dejó para ocupar el de presidente que detenta actualmente), y con esta nueva victoria se perpara para estar un cuarto de siglo al mando.

«¡Ganó el hombre del pueblo!», tituló este lunes el diario Sabah, uno de los periódicos más leídos del país, sobre el cual el jefe de Estado y sus partidarios del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamoconservador) saben que pueden contar. «Todo transcurrió como lo esperaba, es la persona que el país necesita», dijo esta mañana a la agencia de noticais AFP Gursel Ozkok, un vendedor de jugos de 55 años.

En tanto, Aziz Fatih Gemci, un estudiante de 23 años, señaló: «Es la voluntad del pueblo»; y agregó que espera que «la economía mejore y que aumente el poder adquisitivo». Pero, la reelección del mandatario generó desasosiego en una parte de la población. «Espero irme al extranjero lo antes posible», afirmó el lunes Kerem, un estudiante de ingeniería de 20 años con un pendiente en la oreja, que prefirió no divulgar su apellido.

La Comisión Electoral tiene previsto anunciar los resultados definitivos entre hoy y mañana, informó la agencia oficial Anadolu. La ceremonia de investidura del presidente y del Parlamento, votado en la elección del 14 de mayo, cuando se celebró la primera vuelta, tendrá lugar probablemente el martes, informó la agencia francesa.

La palabra de Erdogan

Erdogan compareció hacia la medianoche ante decenas de miles de partidarios que se congregaron con entusiasmo delante del palacio presidencial de Ankara. En su discurso, prometió controlar la inflación que lastra la vida diaria de la población y que está por encima del 40% anual. «No hay ningún problema que no podamos solucionar», afirmó Erdogan.

«Nadie perdió esta noche, hay 85 millones de ganadores», dijo en referencia al total de la población del país, que es miembro de la OTAN y que es clave en el panorama geopolítico. Erdogan recibió felicitaciones de líderes de todo el mundo, desde el presidente Estados Unidos, Joe Biden, al mandatario ruso, Vladimir Putin.

En la agenda, está la expectativa de los países de la OTAN de que Ankara apruebe la candidatura de Suecia a la alianza militar liderada por Estados Unidos en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania que comenzó el 24 de feberro del año pasado. El vocero de Erdogan, Ibrahim Kalin, anunció que el mandatario turco hablará por teléfono esta noche con Biden.

Erdogan
Foto: Adem ALTAN / AFP

En la celebración de su victoria el domingo, Erdogan cantó con la multitud y también abucheó a los líderes de la oposición, sobre todo a su rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu. El opositor, que preside el Partido Republicano del Pueblo (CHP, laico), aglutinó a una coalición de seis partidos, incluyendo a la formación prokurda HDP.

Selahattin Demirtas, uno de los altos cargos del HDP, que está encarcelado desde 2016, también fue objetivo de los abucheos y fue calificado de «asesino» y «terrorista». «A la horca», respondió la multitud a Erdogan.

Durante la campaña, el presidente defendió pese a la crisis, su política monetaria heterodoxa, que rebate las teorías económicas clásicas. El mandatario instó al banco central a recortar en varias ocasiones las tasas de interés, lo que impulsó la escalada de los precios. Erdogan enfrenta además la reconstrucción tras el terremoto que azotó al país en febrero y que dejó ciudades enteras en ruinas.

La bolsa y la moneda local, que en los últimos años ha perdido un 80% de su valor, se mantuvieron estables, como si los inversores ya hubieran anticipado la victoria de Erdogan. Para culminar las celebraciones, el mandatario tenía programado un acto para conmemorar la conquista de Constantinopla por el Imperio Otomano, el 29 de mayo de 1453, pero el acto no ha sido confirmado.

Por su parte, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, perteneciente al CHP, propuso una concentración de la oposición en la ciudad este lunes. «No se preocupen, todo parte de cero», prometió esta figura de la oposición, que se perfila como candidato para las elecciones de 2028.