Israel intensificó los ataques en la Franja de Gaza y bombardeó posiciones en el sur de Siria donde mató a tres combatientes de Hezbollah. La ofensiva se registra a pocas horas de que Estados Unidos usó su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear una resolución impulsada por el secretario general del organismo, Antonio Guterres, que pedía un inmediato alto el fuego humanitario.

«La violencia perpetrada por Hamás» no puede «justificar en ningún caso el castigo colectivo del pueblo palestino», dijo el diplomático portugués el miércoles, cuando recurrió al artículo 99 de la carta de Naciones Unidas para convocar una reunión urgente sobre el conflicto desatado el 7 de octubre. «Si bien el lanzamiento indiscriminado de cohetes hacia Israel por Hamás y el uso de civiles como escudos humanos son violaciones de las leyes de la guerra, ese comportamiento no absuelve a Israel de sus propias violaciones», insistió Guterres.

El documento que se discutió este viernes había sido redactado por Emiratos Árabes Unidos (EAU), tenía el apoyo de 100 países y en el Consejo de Seguridad había logrado 13 votos a favor y una abstención. El organismo tiene diez miembros rotativos y cinco permanentes con poder de veto: EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia. Por la positiva votaron Albania, Brasil, Ecuador, EAU, Gabón, Ghana, Japón, Malta, Mozambique, Suiza, Rusia, China y Francia. Gran Bretaña se abstuvo y el representante estadounidense en la ONU, Robert Wood, adujo que un cese de hostilidades «plantaría la semilla de una guerra futura», ya que su gobierno considera que Hamás «no tiene deseo alguno de una paz duradera».

Esta posición de tan fuerte respaldo a las operaciones del gobierno de Benjamin Netanyahu mereció el rechazo de Rusia, China, y la Autoridad Nacional Palestina, que mediante un comunicado de su titular, Mahmoud Abbas, culpó a EE UU por las matanzas que se suceden en esa región. «El presidente ha calificado la posición estadounidense de agresiva e inmoral, una violación flagrante de todos los principios y valores humanitarios, y responsabiliza a Estados Unidos por el derramamiento de sangre de niños, mujeres y ancianos palestinos en la Franja de Gaza», dice el texto entregado a la prensa.

Según cifras provistas por las autoridades gazatíes, hasta el momento más de 17.000 personas habían muerto por la ofensiva israelí, cerca de la mitad de ellos, niños. Desde Israel se informó que Sahar Baruch, de 25 años, residente en el kibutz Be’eri, había muerto en cautiverio. Baruch era uno de los 240 rehenes tomados por Hamás ese 7 de octubre. Luego de una ventana de intercambio de rehenes por presos palestinos, quedan 138 personas en poder del grupo en algún lugar de la Franja. Israel acusa a Hamás de haber asesinado a 18 de los rehenes y reclama por sus cuerpos.