Cuando todavía la Variante Delta del coronavirus que causa la Covid-19 sigue generando innumerables problemas en el continente europeo, la aparición en Sudáfrica de una nueva variedad del virus, bautizada con el nombre de la letra griega Omicrón, complica aún más la situación. Fueron varios los países de esa región que, atentos a la posibilidad de que esto pudiera complicar aún más las cosas comenzaron a tomar las medidas necesarias para minimizar las consecuencias y contener el impacto.

El Reino Unido volverá a las restricciones por el coronavirus a partir de este martes en el marco de la detección de los primeros casos de la variante Ómicron en el territorio británico. En tanto, para este lunes el Gobierno de ese país convocó a una reunión «urgente» de ministros de Salud del G7 para analizar la situación, después de que se encontrara a una tercera persona infectada en Gran Bretaña, vinculada a un viaje a Sudáfrica.

A partir del martes los barbijos volverán a ser obligatorios en tiendas y transporte público, junto con el autoaislamiento obligatorio de 10 días para quienes entren en contacto con casos positivos de la nueva variante de la Covid-19 y nuevas restricciones para los viajeros que ingresen al Reino Unido. Los viajeros también deberán hacerse un PCR al final del día 2 y hacer cuarentena hasta obtener el resultado.

En la misma línea, los gobiernos de Escocia y Gales pidieron al primer ministro británico, Boris Johnson, una cuarentena de ocho días para todos los recién llegados al Reino Unido, para frenar la variante Ómicron del coronavirus. En una carta conjunta enviada a Johnson, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y el primer ministro galés, Mark Drakeford, pidieron que se requiera que todos los viajeros que lleguen desde el extranjero se aíslen durante ocho días y se sometan a una prueba de PCR el día dos y el día ocho de su llegada.

Hasta ahora, se han encontrado seis casos de la variante Ómicron en Escocia, y tres se han detectado en Inglaterra. «Necesitamos trabajar colectivamente y efectivamente como cuatro naciones para tomar todas las medidas razonables para controlar la entrada del virus al país y luego limitar su propagación», expresaron luego en una conferencia de prensa.

Por su parte, en Italia la región de Friuli Venecia Julia, ubiacada en el norte del país, entró este lunes en la categoría de «zona amarilla» o de riesgo medio frente al coronavirus, luego de la suba sostenida de casos de las últimas semanas y tras más de seis meses en los que las 20 regiones fueron «zona blanca» o de riesgo bajo. Igual que en el Reino Unido, el ministro de Salud de la región anunció que el uso de el barbijo al aire libre volverá a ser obligatorio. Este lunes, el Gobierno italiano anunció que ya son cuatro las personas infectadas con la nueva variante Ómicron, que la semana pasada obligó a la suspensión de vuelos desde siete países sudafricanos.

En el mismo sentido, el Vaticano decidió cambiar la forma y horario de algunas celebraciones tradicionales de diciembre para adecuarse al alza sostenido de casos de coronavirus que se da dentro de Italia y otros países europeos. En primer lugar, y «para evitar aglomeraciones», se anunció que este año el papa Francisco irá «de forma privada» a rezar frente a la imagen de la Virgen el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. La ceremonia, históricamente realizada frente a centenares de fieles en la zona de la Plaza España romana, será reservada para el Papa, como en 2020, para buscar reducir el «riesgo de contagio de Covid-19» que puede darse si se hace con público, explicó el Vaticano.

Mientras tanto, en Sudáfrica, donde fue detectada por primera vez la variante Ómicron, se estima que el país superará los 10.000 nuevos casos diarios de la enfermedad a fines de esta semana. Los científicos anunciaron el jueves haber detectado la variante Ómicron, una nueva forma de Covid-19 sobre la que todavía hay muchas incógnitas, especialmente sobre su virulencia y su transmisibilidad.