Tal como se preveía, el líder del derechista Partido Popular (PP) de España, Alberto Núñez Feijóo, perdió este miércoles la primera votación parlamentaria para acceder a la posibilidad de formar Gobierno, y aunque el viernes se realizará una segunda elección, siguió mostrando en esta jornada un perfil marcadamente opositor respecto de la eventual administración que sí podría formar el socialista Pedro Sánchez.

Sin sorpresas, Feijóo perdió la votación para su investidura por 172 votos a favor y 178 en contra, y necesitaba 176 para lograr su cometido.

Como está dada la distribución de bancas, se supone que en la votación del viernes no obtendrá un voto más ni un voto menos que los que reunió este miércoles.

La derecha y ultraderecha quedan en consecuencia en la perspectiva de constituir una oposición al Gobierno que de acá a dos meses podría conformar el presidente en funciones Sánchez, quien esperará el llamado del rey Felipe VI para hacer el intento.

«Este debate ha valido la pena», dijo el aspirante del PP al término de la sesión, «porque nos hemos retratado todos, con las palabras y con los silencios» y porque se ha puesto de manifiesto que «existe una alternativa».

«Yo saldré de este debate con mis principios y los de once millones de votantes, intactos», recalcó en un intento de erigirse en la principal figura opositora, recogió el diario madrileño El Mundo.

En rigor, en la sesión del martes, comienzo formal del debate de investidura, Feijóo ya había dejado en claro que no podría alcanzar la mayoría que le diera la posibilidad de formar Gobierno y se había mostrado como el principal valuarte de la futura oposición.

Al abrir las deliberaciones, y aún a sabiendas de que fracasaría en el intento, se esperaba que hiciera al menos un esbozo de su plan de Gobierno.

Eso no ocurrió, ya que el jefe del PP ocupó la un poco más de hora y media de su discurso a criticar a Sánchez por sus eventuales planes de lograr la mayoría parlamentaria a cambio de darle una amnistía a unos 1.400 condenados por el proceso independentista catalán de 2017.

«Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden para hacerlo», agregó desde la tribuna del Congreso de los Diputados, en alusión a que no estaría dispuesto a otorgar la amnistía, pero omitió admitir que la ultraderecha de Vox, que es profundamente antiindependentista, no le daría el voto de sus 33 diputados en caso de que aceptara las reivindicaciones de los separatistas catalanes.

Vencedor de las elecciones legislativas del 23 de julio, Feijóo, de 62 años, obtuvo este miércoles los previsibles 172 votos a favor procedentes de los diputados del PP, de Vox y de dos pequeños partidos.

Luego de la votación del viernes, el monarca debiera convocar a Sánchez -segundo en cantidad de votos en los comicios de julio- a intentar armar Gobierno, a partir de lo cual – con un plazo de hasta dos meses- el socialista iniciará trabajosas negociaciones con los representantes de los partidos autonómicos, especialmente con las dos agrupaciones catalanas para lograr su apoyo.

En la segunda y última jornada del debate de investidura, Feijóo no logró alcanzar la cifra de 176 apoyos y en consecuencia quedó al borde de fracasar en su intento de formar Gobierno a la espera de que el viernes se haga otra votación, que no tendría motivos para arrojar cifras distintas a las de este miércoles.