“Me recomendaron que quede documento sobre esos días del golpe de Estado”, recuerda Evo Morales. Y así explica Volveremos y seremos millones, el libro que acaba de publicar Planeta. En la charla con Tiempo vía Zoom, se lo ve tranquilo, calmado pero se nota que los hechos ocurridos ese 10 de noviembre fueron un cimbronazo inesperado del que le costó recuperarse. “La primera semana, en México, no sabía lo que había pasado, aquí llegué más fortalecido”, reconoce.

-¿Siempre fue un hombre muy activo, desde muy temprano y hasta muy avanzada la noche, se aburre ahora?

-Claro, no hay reunión con Gabinete, con los movimientos sociales. Esta mañana estuve en la cinta trotando, en 15 minutos hice 2 km con 350 metros. La noche anterior media hora, casi 4 kilómetros. Esa es mi actividad por ahora, un poco de abdominales, reuniones. Tengo muchos deseos de escribir un libro sobre la hoja de coca. Que participó en la guerra de la independencia, en la guerra federal.

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-¿Cómo fue eso?

-Los patriotas organizados y movilizados contra los invasores, en algunas comunidades, se mantenían con papa, agua y otros con coca de Coripata, para que puedan combatir, el mejor producto. En nuestro caso, so pretexto de la lucha contra el narcotráfico ponen la base militar en la zona cocalera del trópico de Chapare. Ahí identificamos a los enemigos internos y externos. Decían “la coca ha puesto a Evo de presidente y la coca lo va a sacar. No es que coca me sacó, Imperio enemigo de la coca”. Con la hoja de coca, nuestra cultura, nuestra identidad, llegamos a la presidencia. La hoja de coca en su estado natural es alimento y medicamento. No estoy hablando de cocaína.

-¿Como la prefiere, mascada, en té?

-Antes mascaba pero ahora tomo harina de coca. Acabo de tomarme una harinita de coca para no dormirme o cuando tengo muchas reuniones, estamos en campaña, hoy tengo reuniones con candidatos asambleístas hasta muy tarde. Tenemos que ver cómo nos organizamos, apenas hay tres semanas o cuatro de campaña.