Conscientes de que cada voto cuenta, la campaña que empieza a forjarse de cara a la segunda vuelta del próximo 6 de junio en Perú entre la izquierda, de Pedro Castillo, y la derecha, de Keiko Fujimori; no solamente compromete a los habitantes del territorio peruano. En la Argentina, una amplia colectividad -la tercera en el mundo- está en condiciones de participar y de contribuir a inclinar la balanza hacia uno u otro candidato.

Al escenario híperpolarizado del balotaje se suma un alto desencanto por la clase política que arroja índices de intención de voto en blanco o nulo que superan el 20%. Pese al alto abstencionismo que hubo en la elección del 11 de abril, ocurrió por primera vez algo que no se había registrado hasta entonces. “Aquí en la Argentina hay una gran tendencia del votante peruano de apoya al fujimorismo, pero esta vez un partido de izquierda salió tercero, cuando históricamente la izquierda no llegaba ni al 1%”, dice a Tiempo la joven migrante peruana Giovana Bendezú Aquino. Los votos del centro hacia la izquierda no fueron a Castillo, en este caso, un candidato que cobró notoriedad en el último tramo de la campaña, e incluso después de las elecciones; sino hacia la exdiputada Verónika Mendoza, del frente Juntos por el Perú.

Bendezú, radicada en Buenos Aires hace ocho años para estudiar derecho, es la vocera de la filial argentina del movimiento Nuevo Perú, organización que lidera Mendoza, y además fue nombrada presidenta del “Comité Peruano-Argentino de apoyo a Pedro Castillo”,
que coordinará una campaña en el país para sumar votos hacia el docente rural y sindicalista que obtuvo 19% en la primera vuelta.

“Así como Castillo tiene chances, la señora Fujimori también las tiene. Y por el momento el único aliado que tiene Castillo es Juntos por el Perú”, comenta Giovana, y apunta que esta será la tercera vez consecutiva que Keiko Fujimori se presenta a un balotaje. Según los datos que comparte, la candidata que también integra el Grupo de Puebla, tuvo mejor rendimiento electoral en el exterior que el propio Castillo. “En Argentina salió tercera. En Europa, primera. En América en general, tradicionalmente siempre ganó la derecha y esta vez no fue la excepción”, reconoce. Por eso destaca la importancia del Comité de apoyo y de las alianzas que puedan darse en términos de un eventual gobierno de coalición, como se cuenta en otra nota en esta sección.

“Convocamos a las demás fuerzas de izquierda, progresistas, a sumarse. Está polarizado entre la ultra derecha y la izquierda. Por eso creemos importante brindarle la ayuda a Castillo y recalcamos nuestras principales propuestas coincidentes, que son la reforma de la Constitución, la soberanía de las riquezas, la nacionalización del gas, mayor inversión para la salud, educación”, señala.

Hoy las encuestas dicen que Castillo ganaría con cerca del 40% doblando a Fujimori, quien cosecharía 21%. Pero ese mismo porcentaje está medido también en votos nulos y blancos, según el último sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) difundido por el diario La República. Los números, sin embargo, son tomados con mucha cautela y hasta desconfianza. Es que casi todas las encuestadoras afirmaban antes del 11 de abril que el ganador por amplio margen sería Yonny Lescano, quien quedó quinto. A Castillo nadie lo medía por encima de los 5 puntos.

“Ya las encuestas nos han demostrado que hay manipulación, estamos un poco desconcertados. No hay que confiar en las encuestas, más aún porque estos estudios lo hacen en las zonas urbanas, las principales capitales, y los votantes de Castillo son del Perú profundo, donde no hay siquiera internet.”, explica Bendezú.