La misión humanitaria argentina que viajó a Paraguay para buscar información sobre una menor de edad desaparecida hace meses llegó en la madrugada a la Argentina, tras ser expulsada por el Gobierno paraguayo por intentar visitar la zona en la que opera la guerrilla señalada por el hecho.

«A las 3 de la mañana terminó el calvario», dijo a Télam Darío Machado, de la Asociación contra la violencia institucional de Argentina y miembro de la misión.

Desde Posadas, la capital de Misiones, Machado relató que después de ser trasladados en un fuerte operativo militar en embarcación hasta una avioneta de la Fuerza Aérea Paraguaya, llegaron a la ciudad fronteriza de Encarnación, donde fueron recibidos por agentes del Ejército Paraguayo que portaban «armas largas».

De allí, los llevaron «en una comitiva de 10 patrulleros hasta la frontera», donde los recibió el Cónsul argentino, Ricardo Zuberbühler.

«Pudimos lograr el retorno al país, pero no sin antes tener que firmar un acta de expulsión del Paraguay en un acto fuera de la legalidad, porque nosotros entramos legalmente, nos pusimos a derecho de sus leyes y en una actitud arbitraria del Gobierno de Mario Abdo Benitez fuimos expulsados ilegalmente», se quejó el trabajador humanitario.

Las autoridades paraguayas dijeron que los miembros de la misión humanitaria fueron expulsados por no informar sobre sus movimientos en Paraguay, algo que los activistas negaron.

«Le hicimos saber al Ministerio del Interior quiénes éramos, contamos a dónde íbamos y por qué caminos íbamos a ir, para que avisen a la Fuerza de Tarea Conjunta (el cuerpo militar encargado de perseguir a la guerrilla en el país vecino). Igual nos llevan como detenidos-demorados», dijo ayer Pablo Pimentel, referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza y otro miembro de la misión argentina.

Consultado sobre los próximos pasos a seguir, Machado admitió que quieren volver con una nueva misión, aunque no a la brevedad.

«Ya estamos empezando a trabajar es una quinta misión internacional de derechos humanos que vuelva a Paraguay, porque nos vamos descansar hasta que se esclarezca la aberración que se hizo con las niñas y hasta que encontremos a ‘Lichita'», manifestó.

La adolescente desaparecida es Carmen Elizabeth, más conocida como Lichita, hija de Carmen Villalba y Alcides Oviedo, líderes de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), presos políticos en su país desde 2004.

La adolescente de 15 años nació en Paraguay, pero vivía hace varios años en Misiones, Argentina, con gran parte de su familia. En septiembre de 2020 viajó a Paraguay con su tía Laura y con sus primas María Carmen y Lilian, ambas de 11 años y nacidas en Argentina, a visitar a familiares a un campamento del EPP.

Sus dos primas fueron asesinadas en un operativo de las FTC, primero celebrado por el Gobierno paraguayo como un golpe a un campamento guerrillero y luego cuestionado por organizaciones humanitarias de Paraguay y el mundo por el acribillamiento de menores de edad.

Dos meses después, ‘Lichita’ sigue desaparecida y no hay información sobre ella, pese a que organizaciones sociales argentinas y paraguayas han pedido en reiteradas ocasiones una investigación a fondo e independiente para hallarla.