Casi ajena a la realidad que se vive tanto dentro como fuera del Palacio Legislativo la diputada de Cambiemos Elisa Carrió montó su show en la Cámara de Diputados.

Entró, salió, hizo un cambio de vestuario, denuncio “un golpe de Estado” y se cruzó en dos oportunidades con el jefe de la bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi. 

Carrió apeló a la provocación para desviar el eje del debate en más de una oportunidad. 

En su primera intervención, aun vestida de rosa, y en el medio de la catarata de cuestiones de privilegio, Elisa Carrió denunció que los que “está en marcha ni más ni menos que golpe de Estado” y advirtió sobre una “conspiración institucional”.

El primer llamado de atención de Carrió se dio cuando Rossi hizo uso de la palabra. La diputada de Cambiemos se levantó de manera notoria para retirarse ofuscada del recinto.

Rossi no dejó pasar el gesto y disparo: “Vos andate tranquila nomás, para qué te queremos acá. Te hubieses ido cuando eras funcionario de la dictadura en el Chaco. Mientras a nuestros compañeros los mataban en Margarita Belén vos eras funcionaria de la dictadura en el Chaco”.

Más tarde, Carrió ya con cambio de vestuario, pidió la palabra para recordar que la bancada del FpV y que el propio Agustín Rossi habían votado en contra del 82% en 2010.

La intervención de Carrió desató una serie casi interminable de gritos en el recinto. Carrió, lejos de la realidad, no presto atención de sus colegas y se retiró tirando besos a la tribuna.