Rosa Toledo, de 47 años, desapareció hace más de un año y la Justicia reabrió la causa que estaba archivada. Su familia aduce que la mujer fue víctima de un femicidio y sospecha que su pareja, Cristian Gómez, la asesinó porque ella había descubierto que la engañaba y le había planteado la separación.

La mujer, gestora y miembro de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, vivía en una casa ubicada en la calle Piovano 3193, en el partido bonaerense de Castelar. Desapareció el 6 de febrero de 2016. Ese día, a las dos de la madrugada, Gómez la había llevado hasta la estación de Morón. Desde entonces nadie supo más nada de Rosa.

La familia y vecinos aseguran que el presunto femicida, el mismo día de su desaparición, quemó una cama y varios objetos en un descampado que está enfrente de la estación.

“Mucho tiempo estuve sin hablar con mi hija porque nos llevábamos mal, pero después nos reconciliamos. La última vez que la vi quedamos en que me visitaría y pasaría unos días conmigo en Moreno. Ella había descubierto que su marido la engañaba y se lo quería decir para terminar con la relación que tenían hace 20 años”, cuenta a Tiempo Azucena Molina.

A pesar de todos los indicios que indican que Gómez, de 48 años, habría asesinado a Rosa, la Justicia aún no le ha dado ninguna respuesta a la familia. Sin embargo, Azucena siguió exigiendo la inmediata aparición de su hija ante el Poder Judicial de Morón, y hace tres semanas tuvo una entrevista con en la Fiscalia Nº2 de a cargo de, Fernando Capello. Allí la mujer pidió que se reabra la causa y que se investigue como posible femicidio.

“Hace tres semanas fui a la fiscalía, tuve una entrevista con la secretaria, y me dijo que iban a reabrir la investigación. En ese momento di una serie de datos que incriminan a su pareja”, dice Azucena. Y agrega: “La casa donde ellos convivían fue alquilada a un hombre el mismo día que ella desapareció. Gómez nos dijo que ella se la rentó previo a su desaparición, pero cuando le consulté, el inquilino me dijo que ingresó a la propiedad por el hombre y que no conoce a ninguna mujer”.

Cuando desapareció Rosa, Gómez fue citado por la Justicia. En aquel momento el presunto femicida dijo que era habitual que ella se marchara por un tiempo sin avisar nada. La familia de Rosa y los Movimientos Feministas piden justicia.

“No creemos en su versión, él la asesinó. Queremos que la justicia nos dé una respuesta urgente. Hay vecinos que afirman que aquel 6 de febrero Gómez se dirigió hacia la estación de Morón y, en un descampado que está enfrente, quemó una cama con colchón y varios objetos”, finaliza Azucena.