Enmascarado en la letra chica del proyecto de reforma tributaria, el gobierno avanza con una polémica decisión que no sólo recorta la recaudación de la administración nacional sino que atenta contra las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El cambio tributario que más ruido había hecho cuando se presentó el proyecto oficial había sido el de aumento de los impuestos a las bebidas alcohólicas y gaseosas. La reacción de las provincias vitivinícolas y de empresas cerveceras lograron que las cervezas, vinos y los espumantes quedaran afuera de los aumentos. Las gaseosas, sin embargo, pasarán del 8% al 17%.

El argumento del gobierno fue que la medida de encarecer las bebidas azucaradas es en consonancia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, sin embargo, en el mismo proyecto impulsa una decisión contradictoria con esas recomendaciones.

El texto que busca aprobarse en el Congreso antes de fin de año propone reducir del 75 al 70% los impuestos al cigarrillo, una medida que la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC) consideró “preocupante”.

Según datos de la OMS y la FIC señalan que el incremento de los impuestos y del precio del cigarrillo es una de las políticas más eficientes para reducir el consumo de tabaco e impulsar que la gente deje de fumar.

«La estrategia más eficaz para combatir la propagación del consumo de tabaco pasa por aplicar políticas encaminadas a reducir directamente la demanda», señala la OMS en su web y destaca que «la opción más eficaz y rentable para todos los gobiernos consiste simple y llanamente en aumentar el precio del tabaco, aplicando impuestos sobre el consumo».

Por ejemplo, con el incremento del 60 al 75% de los impuestos realizada en 2016, el 40% de los fumadores cambió su comportamiento de consumo. Según datos de la FIC, un 81,7% manifestó haber reducido la cantidad de cigarrillos consumidos, mientras que el 25,8% intentó abandonar el cigarrillo y el 8,2% efectivamente lo dejó.

«El aumento de impuestos a los productos de tabaco es la medida más efectiva para reducir el consumo”, señaló Belén Ríos, codirectora de FIC Argentina en diálogo con A24 y remarcó la preocupación que genera la reducción del impuesto interno a los cigarrillos ya que “puede tener un impacto en la baja de los precios de estos productos».