Los manifestantes de la oposición que ocupaban la Asamblea Legislativa de Hong Kong desalojaron el edificio poco después del inicio de una amplia operación policial con cientos de agentes que avanzaban hacia la sede legislativa. Cientos de agentes de la Policía de Hong Kong iniciaron el avance hacia la Asamblea Legislativa desde al menos tres frentes, tras enfrentarse a los manifestantes, que habían levantado barricadas adornadas con paraguas, símbolo de las protestas. Además, los opositores lanzaron huevos, escombros y paraguas contra los agentes, que respondían con gas lacrimógeno.

Finalmente los agentes lograron alcanzar la sede legislativa, donde quedaban aún unos pocos manifestantes.

Un diputado del Partido Democrático de Hong Kong, Ted Hui, pidió calma a los agentes, porque los activistas estaban ya abandonando el lugar. Mientras, unos 3.000 agentes con equipos antidisturbios han irrumpido en la calle Harcourt, muy cerca de la Asamblea Legislativa. Por las redes sociales se difundieron numerosas imágenes de manifestantes huyendo en medio de la noche de los gases lacrimógenos.

La ocupación

Tras varias horas de asedio, cientos de manifestantes ocuparon por la fuerza la Asamblea Legislativa protegidos por escudos de fabricación casera, cascos amarillos y paraguas. La sede del Parlamento hongkonés estuvo varias horas ocupada por los opositores, que han ondeado las banderas de la antigua colonia británica de Hong Kong y una versión en blanco y negro de la Bauhinia o bandera hongkonesa, símbolo de las protestas.

Los manifestantes reiteraron sus cinco demandas dirigidas a la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, incluida su propia dimisión. En un comunicado conjunto, la oposición exige así la retirada de la ley de extradición a China, investigar el uso por la Policía de pelotas de goma y bolsas de perdigones contra los manifestantes, retirar todos los cargos presentados contra manifestantes desde el 12 de junio y la liberación de todos los detenidos.

Este mismo lunes unas 550.000 personas participaron en una manifestación de celebración de la devolución de Hong Kong a China entre Victoria Park y la calle Chater, en el centro de la ciudad. Horas antes, los agentes de la Policía de Hong Kong habían empleado sus porras y pulverizadores de pimienta para disolver las protestas de los manifestantes que bloqueaban una calle cercana a la Asamblea Legislativa.

Los manifestantes han permanecido toda la noche en la zona con la intención de iniciar las protestas para manifestar su rechazo a la ceremonia celebrada con motivo del 22º aniversario de la devolución de Hong Kong a China. Este año las protestas contra la devolución coinciden con los disturbios registrados en Hong Kong a lo largo del último mes debido al polémico proyecto de ley de extradición que plantea la posibilidad de extraditar a China a algunos detenidos, lo que sus detractores consideran una posible amenaza para la seguridad de los arrestados, en lo que señalan como “precaria situación” de los Derechos Humanos en el gigante asiático.

Aunque Hong Kong fue transferida de Reino Unido a China en 1997, el territorio aún es administrado bajo un acuerdo conocido como «un país, dos sistemas». Así, los habitantes del territorio disfrutan de derechos raramente vistos en la China continental, pero muchos sienten que lentamente el gigante asiático va superando el acuerdo.