En la madrugada del sábado, la empresa Ocean Infinity anunció que la búsqueda llevada a cabo por los robots autónomos del buque Seabed Constructor confirmaba que habían encontrado el casco del submarino ARA San Juan.

La información proporcionada por la empresa y por las autoridades argentinas es escasa. Por caso, no se han brindado las coordenadas exactas de lugar donde se halló el submarino hundido. Tampoco la fecha en la que Ocean Infinity catalogó el Punto de Interés 24, que fue el que finalmente reflejaba al San Juan.

Con el paso del tiempo, las autoridades del Ministerio de Defensa y de la Armada deberán contrastar sus opiniones con las de los técnicos a bordo del Seabed Constructor sobre la zona exacta del descubrimiento. Incluso existe una ventana de apenas dos horas entre la llegada del barco al punto de búsqueda, conocido como Sitio 1, Área 15A-4, a las 22 del viernes, y el parte de la Armada que informó de la «identificación positiva» del San Juan.

Esto es lo que se sabe del hallazgo hasta el momento:

La ubicación: el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y sus colaboradores, el jefe de Estado Mayor de la Armada, vicealmirante José Luis Villán, y el capitán Enrique Balbi, subrayaron ayer en la conferencia de prensa que el submarino fue localizado «muy cerca» del punto que ya habían señalado los hidrófonos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) como fuente de una «falla hidroacústica» el 15 de noviembre de 2017, a las 10:51. Pero no dieron a conocer las coordenadas exactas. El submarino se encuentra a unos 460 kilómetros mar adentro en línea recta desde Comodoro Rivadavia.

El capitán de navío Gabriel Attis, jefe de la Base naval de Mar del Plata, aseguró a los familiares de los tripulantes del submarino que «la Armada nunca tuvo dudas de que podía estar en el Área 1». Villán aseguró que a esa zona se le asignó un «90 por ciento» de posibilidades de que en ella estuviera el San Juan. Sin embargo, los familiares embarcados en el Seabed Constructor advirtieron que los técnicos ya les habían dicho que el submarino «no está» en las Áreas 1 y 2. Eso sucedió el 26 de octubre.

Para las autoridades, esa zona fue barrida durante las búsquedas del pasado verano, pero «ante la ausencia de tecnología» adecuada para la propección no pudieron encontrar el submarino.

Villán informó que el casco se encuentra a 907 metros de profundidad.


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De acuerdo a la información proporcionada ayer, los restos del submarino están repartidos en cuatro partes: casco resistente, proa, popa y vela.

El casco resistente estaría entero aunque abollado por la presión del agua. Dentro de esa estructura «de entre 25 y 30 metros de largo» según refirió Balbi, confeccionada con acero especial, se encuentran las zonas vitales del submarino, incluidos los lugares por donde circulaba el personal.

Las otras tres partes encontradas, confeccionadas con un acero de menor capacidad de resistencia a la presión del agua, quedaron desparramadas en un área relativamente reducida, de unos 100 metros de largo por 80 de ancho. Según Balbi, esta escasa dispersión podría significar que el submarino «implosionó» muy cerca del lecho marino.

En la conferencia se mostraron tres fotografías en las que se veían la proa del submarino, con seis tubos lanzatorpedos expuestos, el eje y la hélice, sin que se observara la popa del navío, y lo que Balbi explicó que era la vela, la estructura que se eleva por encima del casco y da a los submarinos la forma que los caracteriza.

Villán informó que no había más imágenes precisas del San Juan por la turbulencia de la salinidad que hay a esa profundidad. «Para tener informaciones de imágenes de mayor precisión hace falta un trabajo de no menos de seis o siete horas con distintos AUV (submarinos autónomos) ubicados en distintas posiciones y aproximaciones», indicó.

Dudas

Aguad informó, sin que nadie se lo preguntara, que «la empresa nos tiene que entregar toda la información por contrato, incluso detalles del lecho marino argentino y las áreas que han rastreado».

Pareció adelantarse a la posibilidad de una pregunta acerca de la propiedad de los datos surgidos del relevamiento del lecho marino. Las autoridades no aclararon si Ocean Infinity se queda con una copia de esa información. Tiempo ha consignado que existen dudas acerca de la real finalidad de las operaciones de esta empresa, que hace tanto prospección de «tesoros hundidos» como exploración del lecho marino con fines económicos y de explotación de recursos naturales.

También llamó la atención que el punto de contacto 24 fue consignado apenas 24 horas antes de que se encontrara el San Juan. Además, se esperaba que el Seabed Constructor arribara allí a las 22 del jueves 16, tras una etapa de investigación en una zona marina frente a Puerto Madryn. Apenas dos horas después, la Armada emitió el comunicado anunciando el hallazgo.

El 26 de octubre, los familiares a bordo del barco habían denunciado la intención de Ocean Infinity de abandonar la búsqueda –que arrancó el 7 de septiembre– porque «les resulta inútil». Emepzaron con cinco áreas y al final sumaron 13. La Armada «obligó» entonces a la empresa a cumplir el contrato de 60 días de búsqueda, que concluían este viernes, cuando estaba previsto que el Seabed pusiera proa a Sudáfrica. Pero hubo un cambio de planes. «


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(Foto: Télam)


Cronología de un año y un día de búsqueda

6 al 9/11/2017: El submarino ARA San Juan realiza los ejercicios militares Etapa de Mar III en aguas del Canal del Beagle, frente a Tierra del Fuego.
13/11: Parte con 44 tripulantes del puerto de Ushuaia hacia la base naval de Mar del Plata. Debía llegar a los cinco días.
15/11: Reporta una avería solucionada en el sistema de baterías. Estaba a 240 millas náuticas (432 km) de la costa, en el Golfo San Jorge, al sudeste de Península Valdés, a 1300 km al sur de Buenos Aires. Al día siguiente, ante la falta de comunicación (debía haber dos al día) se comienza la búsqueda.
17/11: La Marina lanza el protocolo de búsqueda y rescate de submarino (Sarsub). Se informa de siete llamadas desde la nave a distintas bases, sin conexión.
20/11: Macri visita a los familiares, en la Base Naval de Mar del Plata.
21/11: Sonaristas de la corbeta ARA Spiro y del destructor Almirante Brown, ambos buques de la Armada Argentina, registran ruidos que se sospecha tenían su origen en golpes en el casco del submarino.
22/11: Inician un operativo internacional. Un informe de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares revela que el 15/11 se registró una explosión en la zona donde navegaba.
27/11: Se conoce una última comunicación de un «principio de incendio» por un cortocircuito generado por la entrada de agua de mar en un sector de las baterías de alimentación y que la avería no se consideró una «emergencia».
30/11: Finaliza el operativo de búsqueda y rescate de sobrevivientes. El vocero de la Armada, Enrique Balbi, anuncia: «No habrá salvamento de personas».
1/12: Aguad dice que continuará la búsqueda aunque reconoce que «se agotan los días donde en condiciones extremas puede continuar la vida».
3/12: El sumergible ruso Pantera Plus desciende a 950 m para comprobar un «contacto» metálico detectado por un sonar.
4/12: Aguad asegura que los materiales usados en la reparación del buque no fueron «de la calidad que se requería». Luego reconoce, a partir de un informe de la Marina, la muerte de los 44 tripulantes: «Las condiciones del ambiente extremo donde se desarrolló el suceso y el tiempo transcurrido eran incompatibles con la existencia de vida humana», dijo.