Una maratónica jornada de discusiones e intercambio de opiniones precederá lo que se insinúa como un dictamen con varias coincidencias y también disidencias respecto de qué pasó con Santiago Maldonado. La Audiencia finalizó pasadas las 14, pero aún no hay información sobre las conclusiones.

De todas formas, nada será concluyente ni definitivo. Desde un sector de la prensa se ha instalado, a través de filtraciones parciales, que Maldonado es, poco menos, el responsable de su propia muerte. Una conjunción de factores cuyo principio y final coinciden en Maldonado indica que estaría vivo si no hubiera intentado cruzar el río Chubut.

Como se trata de un informe pericial, esencialmente técnico, no hará interpretaciones lógicas. Por ejemplo, qué hubiera pasado con Maldonado si en lugar de escapar de la cacería de la Gendarmería se hubiera quedado en la orilla.

“Con los resultados de mañana se abre una nueva etapa en la investigación de la muerte de Santiago que debe incluir las circunstancias de su deceso y también las responsabilidades por el operativo violento e ilegal de Gendarmería Nacional”, evaluó Gastón Chillier, director del CELS. Es la primera vez que esa organización se pronuncia en esa línea.

Lo de este viernes no será un “fin” sino un “continuará”.

Todo parece indicar que el peritaje concluirá que Maldonado murió por asfixia por inmersión. No está claro si habrá coincidencia en la no participación de terceras personas en ese episodio, ni tampoco en el tiempo de permanencia del cuerpo en el agua.

La familia de la víctima cuestiona no ya la metodología del peritaje sino la imposibilidad de haber ampliado los horizontes de esa búsqueda de la verdad. La negativa del juez Gustavo Lleral a extender el control de la prueba a organismos internacionales especializados en la defensa de los derechos humanos, las restricciones a las hipótesis sobre la violencia institucional (incluso el apartamiento de la procuraduría especial Procuvin de la investigación) y los valladares a explorar líneas diferentes a la hipótesis inicial del primer juez de la causa, Guido Otranto, ponen una nota de duda respecto de las conclusiones finales.

El objetivo principal de la entente político-judicial es evaporar la figura de la “desaparición forzada”. Lo que quedará en pie será establecer un nexo causal entre la represión de la Gendarmería y la consecuencia “muerte” de Maldonado. Allí habrá un espacio abierto para que los abogados, los fiscales y los jueces le hagan decir a la realidad lo que ellos quieran que las leyes digan.