Para Sigmund Freud los sueños podían explicarse desde lo que denominó “el proceso primario”, al cual definía con las características del desplazamiento y la condensación. Por un lado, en los sueños los recuerdos diurnos se vuelven enigmáticos porque se desplazan a otros signos: toman diferentes rostros, lugares y tiempos. Por el otro, algunos recuerdos aislados se condensan en un único signo, en primera instancia, incomprensible. La serie Freud, original de Netflix, parece trabajar su narrativa desde estas premisas: nos presenta diferentes «Freuds» en uno solo que reconocemos desde fragmentos que hemos aprendido como cultura general. El rechazo del círculo científico a sus ideas, su particular relación con las pacientes, su afición a las drogas, el rol de su futura esposa Martha Bernays y el trasfondo de devastación del Imperio Austrohúngaro de finales del siglo XIX, aparecen en la historia de manera tan explícita como intermitente.

Recurrir a Freud como personaje de ficción también se suma a una oleada de series biográficas y al agotamiento de las ideas en el marco de una incesante producción audiovisual para el streaming. En este contexto, Freud no defrauda en la construcción del personaje principal, pero se torna aburrida cuando trabaja la tensión dramática detrás de un caso policial donde el protagonista se convierte en una suerte de detective. La teoría del psicoanálisis va emergiendo junto con el siglo XX en síntomas que devienen en pistas y conceptos que se mencionan sin intelectualizar demasiado la serie. La histeria, el trauma, el sonambulismo, el tabú, el deseo, la regresión y la catarsis forman parte del relato tanto de manera manifiesta como escondida en los núcleos problemáticos de la ficción.

Se presenta al joven Freud (Robert Finster) de Estudios sobre la histeria debatiendo con el doctor Breuer sus descubrimientos, al tiempo que aparecen algunos personajes de sus libros con los síntomas como protagonistas. Su teoría de un inconsciente que nos gobierna es recibida con burlas por el círculo científico de la época. De formación como neurólogo, Freud se enfrenta a sus colegas en una fallida alocución con una falsa paciente que actúa de hipnotizada. La hipnosis dejará paso a la asociación libre y la atención flotante, mientras que en su cercana relación con Fleur Salomé (Ella Rumpf), una mujer perturbada con quien vive cierta tensión sexual y Alfred Kiss (Georg Friedrich), un oficial de policía y veterano de guerra, emprenderá la dilucidación del crimen que desnuda una enorme conspiración.

La serie austríaco-alemana de ocho capítulos apela a la postal ineludible de la calle Berggasse 19 en pleno centro de Viena, donde Freud vivió hasta su obligado exilio en Londres y donde hoy se erige el modesto museo con sus pertenencias más cotidianas. El vestuario, la ambientación y la utilería son terrenos cuidados, junto con los detalles históricos que otorgan verosimilitud y proponen la inmersión en el relato.

No se trata de una historia de enorme originalidad y por momentos se empasta la comprensión por la cantidad de puertas que abre. Se apela de manera recurrente a imágenes oníricas y con ello a la ruptura del hilo narrativo, aun así es una propuesta bien producida que podría atraer a los amantes del género.

El consumo en maratón propicia que las series queden obsoletas muy pronto, dando paso a su siguiente temporada o un nuevo título que llame la atención de los maratonistas. En una coyuntura de aislamiento social obligatorio, crece el consumo de internet en general y del entretenimiento audiovisual en particular. De allí que Netflix se comprometió a reducir un 25 por ciento la calidad de emisión de sus contenidos para contribuir con el uso responsable de internet en estos días de cuarentena. 

La serie Freud es una propuesta de entretenimiento más a la vez que propone despertar el interés por un controversial personaje histórico que, como uno de los intelectuales más lúcidos del siglo XX, todavía tiene mucho para hacernos pensar.



FREUD
irección: Marvin Kren. Guión: Marvin Kren, Strefan Brunner y Benjamin Hessler. Elenco: Robert Finster, Ella Rumpf, Georg Friedrich y Brigitte Kren, entre otros. Disponible en Netflix.