En 2016, el prime time del Diario de Víctor Hugo incluyó en su equipo a la periodista Julia Strada. Así, convocada por Victor Hugo, Julia además de convertirse en la primera mujer experta en economía ante las cámaras de C5N, logró que el segmento adquiriera un valor editorial y despertó un enorme interés en la audiencia a partir de explicaciones técnicas y sencillas. “Siempre digo en broma que la única referente mujer que tenía hablando de economía en público era Cristina. Ella habló de economía en varios de sus discursos y tenía una visión clara y una explicación, porque le hablaba al conjunto de la población y no sólo a los expertos economistas”, dice Strada, que hoy es una de las directoras del Grupo Provincia.

Strada además de periodista es doctora en Desarrollo Económico, y analista y directora del Centro de Economía Política Argentina. “Las mujeres no tenemos la opción de ser mediocres, siempre tenemos que mostrar la mayor excelencia”, afirma.

Ser la primera mujer que hablaba de grandes temas de la economía ante las cámaras se convirtió en un gran desafío para Julia. “Hubo como una pequeña revolución interna porque pude palpar que el hecho de que una mujer hablara de economía cambiaba la perspectiva de la economía en sí misma. Tenía que darle mi impronta porque no tenía referentas mujeres, sólo hombres explicando economía en la tele”.

–¿En qué punto se une esa perspectiva de género con la comunicación?

–Hay una vinculación muy fuerte. En el canal, por ejemplo, le puse un valor editorial, pero esa fue una apuesta feminista porque ser feminista es hacer género pero también es disputar los lugares de los varones. Fue una decisión feminista ocupar un lugar de varón con mayor excelencia. Hay un pasaje de los medios a la política en la Argentina actual, por supuesto con otros costos y responsabilidades.

–¿Ese fue el paso hacia el mundo de la gestión?

–Cuando me pareció que ya había una tarea construida en ese lugar, sentí que tenía que ponerle el cuerpo al mundo financiero, que es un submundo dentro de la economía. Es ahí donde se toman decisiones que después impactan en el mundo económico y en ese lugar no entran las mujeres. Es puramente masculino y es muy difícil de revertir. Por eso decidí ir al Grupo Banco Provincia, porque entiendo que ahí hay una tarea.

–Con el tiempo cobró fuerza la idea de la economía con perspectiva de género.

–Sí, se fue consolidando como una disciplina legitimada desde la política. Me parece que el ámbito de lo teórico ha quedado a un costado y empieza a haber otras necesidades, como poner en prácticas estas economías de género en iniciativas concretas. Un punto fue pensar nuevos productos financieros que incluyan a la mujer como clienta. Por eso cuento la iniciativa del seguro de caución para las personas trans, porque al fin de cuentas era una iniciativa novedosa. A nadie se le ocurría que tal vez hubiera una necesidad entre las personas trans que no podían alquilar porque las discriminaban, o les cobraban precios insólitos, o les negaban el alquiler porque creían que los iban a usar para prostitución. Creamos un instrumento como un mensaje que dice que el Estado le garantiza el alquiler a esa persona, por supuesto con un recibo de sueldo que avala.

–¿Cómo impactan en las mujeres las crisis económicas?

–Cuando uno mira históricamente lo que pasa en las crisis económicas, se constata que siempre tienen una perspectiva regresiva ante las mujeres. La desocupación aumenta más en las mujeres, los ingresos caen más en las mujeres y lo que no se ve es que las mujeres aumentan la cantidad de horas de trabajo en el hogar. En los barrios populares son las que se las rebuscan para comprar de una manera inteligente, son las que van a las ferias, a los trueques, eso lleva tiempo, y todo está orientado a organizar la vida familiar.

–¿Cómo se explica la brecha salarial?

–En general se explica o se entiende como si vos hicieras la misma tarea que tus compañeros y ganaras menos. Pero la brecha es que las mujeres trabajan menos horas afuera del hogar, tienen menos horas de trabajo que las registradas y además ganan menos por el trabajo que hacen. Lo que generan entonces las crisis económicas es que, como la inserción es más precaria a tiempo parcial, las empresas dejan a los trabajadores de tiempo parcial afuera; por eso los trabajos de las mujeres son los primeros que se pierden.

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–¿Cuál es el vínculo de las políticas estatales en la economía de las mujeres?

-En general hay una subestimación de los mensajes estatales. Pero finalmente encontramos que todas las políticas de transferencia van a la feminización de la pobreza. ¿Está bueno que sea así? No, no está bueno, estaría bueno que las políticas de transferencia beneficien por igual a varones y mujeres. Pero como esas políticas van hacia los estratos más bajos, cuando mejorás esos ingresos, mayormente mejorás ingresos de mujeres. Y, por ende, aumentás el poder relativo en el hogar, donde el que maneja la plata tiene el poder. Cuando les das plata a las mujeres, les das sustento económico y les das poder. Por eso es muy importante una economía con perspectiva de género, porque las lógicas se equilibran en el hogar. Si las mujeres tienen dependencia económica, es muy difícil que le digan al varón que trabaje en las tareas del hogar. Todo eso no termina de estar conectado. Hasta ahora, importan las políticas de transferencia por capricho ideológico, pero vos –Estado– tenés que tender hacia una efectiva distribución de tareas de cuidado en el hogar y esto tiene un componente económico y otro componente de discusión feminista.   «

La mirada en el mundo CEPA

Para Strada, la revolución interna que se produjo en ella luego de esa convocatoria de Victor Hugo Morales, se manifestó en una construcción en otros ámbitos. «Por ser feminista empecé a cruzar la economía con perspectiva de género como un tema importante a profundizar específicamente, pero no como el tema de tratamiento político y mediático. Ahí creamos el Observatorio de Género dentro del Centro de Economía Política Argentina (espacio que hoy dirige) y pudimos tener al frente de la coordinación de todos los observatorios a compañeras. Porque esto es una batalla. En ese momento, el CEPA empezó a trabajar con temáticas vinculadas a economía con perspectiva de género y metiéndose de lleno en los indicadores de mercado de trabajo, de precariedad y con una vinculación muy clara con el mundo sindical» detalla.