La Corte Suprema de Estados Unidos habilitó al gobierno de Donald Trump a que use 2.500 millones de dólares que estaban asignados al Pentágono para la construcción de parte del muro fronterizo que el mandatario pretende levantar en la frontera con México.
La Corte votó ayer levantar el congelamiento de esos fondos que había impuesto un tribunal de menor jerarquía y que una corte de apelaciones había ratificado en mayo. Ahora Trump  podrá construir 160,9 kilómetros más de muro.
De nueve magistrados, cuatro jueces se opusieron a la medida, pero cinco le dieron luz verde. El congelamiento de estos fondos había impedido que el gobierno utilizara el dinero del Departamento de Defensa para reemplazar las secciones existentes del muro fronterizo en los estados de Arizona, California y Nuevo México con cercas más sólidas.
Según la agencia EFE, esa partida estaba inicialmente destinada a la lucha contra el narcotráfico y forma parte de los USD 6.600 millones que Trump desvió para la construcción del muro luego de declarar en febrero la  emergencia nacional en la frontera sur. Con la emergencia nacional, el gobierno de EE.UU. logró la reasignación de ese monto millonario del Pentágono y del Departamento del Tesoro, que sumados a los 1.375 que el Congreso aprobó, tienen por objetivo la construcción de unos 376 kilómetros de muro en la frontera con México. Una de las promesas xenófobas de campaña que dio fama a Trump.
«¡Wow! Gran victoria en el muro. El Tribunal Supremo de EEUU anula las órdenes de tribunales inferiores, permite que proceda el muro en la frontera sur. ¡Gran victoria para la seguridad fronteriza y el Estado de derecho!», escribió en su cuenta de Twitter el presidente del partido republicano, apenas conocido el fallo.



Si bien en febrero, el Congreso estadounidense aprobó en el presupuesto 1.375 millones de dólares para el muro, la cifra estaba muy alejada de los 5.700 que Trump demandaba, por eso declaró la emergencia nacional para sortear la decisión del Poder Legislativo.
En un primer momento la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) en representación de la organización ambientalista Sierra Club y de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur presentó una demanda que consiguió que los tribunales federales de California bloqueasen la iniciativa. Pero eso sólo hasta el viernes, cuando el máximo órgano judicial, avaló el reclamo de Trump.