El índice de precios al consumidor subió 1,9% en septiembre, según el relevamiento realizado por el Indec. En lo que va del año ese indicador creció 17,6%, informó el organismo estadístico. De esa manera, las previsiones del gobierno y del Banco Central para todo el año quedaron desbordadas al cierre del tercer trimestre.

Según el documento oficial, fueron los bienes y servicios estacionales los que impulsaron el número final hacia arriba. En particular se notaron incrementos sustanciales en el rubro Prendas de vestir y calzado (3,8%), asociado con el cambio de estación; también en Educacion (3,7%), donde el gobierno autorizó un incremento en la cuota de los colegios privados en el ámbito bonaerense; y en Salud (2,4%), con la puesta en vigencia del último tramo de los aumentos para la medicina prepaga.

Los datos corresponden al índice de alcance nacional que puso en marcha el Indec en julio de este año. En el regional, el Gran Buenos Aires fue donde se sintieron con más fuerza los incrementos (2,0%). Para esa zona, la única donde se puede mantener la serie histórica por más de un año luego de los reiterados cambios metodológicos en la encuesta, la variación de precios en los últimos 12 meses fue de 24,2%.

Las cifras demuestran que, lejos de morigerarse, el proceso inflacionario tomó nueva fuerza en los últimos tiempos. El índice de septiembre es el más elevado de los últimos cinco meses y superó incluso los pronósticos de consultoras y centros de estudio privados, muchos de los cuales alimentan con sus datos el llamado IPC-Congreso, que esta semana había anunciado un alza del 1,6%.

La situación pone en tela de juicio la estrategia oficial para combatir la inflación, centrada en la dura política monetaria del presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, que consiste en reducir la masa de dinero circulante mediante la emisión de títulos (Lebacs) que pagan altísimas y muy tentadoras tasas de interés: la de referencia está ubicada actualmente en 26,25%. Esa táctica retrae la actividad económica, ya que retira del mercado fondos que podrían ser destinados a emprendimientos productivos, y alimenta el déficit cuasifiscal, que se estima que podría llegar a dos puntos del PBI a fin de año. A pesar de esos efectos perniciosos y de que la ambiciosa meta de 17% para todo 2017 ya quedó vulnerada por los hechos, no se descarta que el Banco Central insista con esa receta y retoque hacia arriba la tasa en las próximas licitaciones de títulos.

Paralelamente al IPC, se difundieron los otros dos indicadores de precios que elabora el Indec. El de los mayoristas (IPIM) registró una suba de 1,0% en septiembre, como consecuencia de la suba de 1,0% en los productos nacionales y de 0,4% en los productos importados, con una variación interanual de 16,3%. En tanto, el de la construcción (ICC) también subió 1,0%, empujado por un 1,9% en el rubro Materiales y otros más modestos 0,5% en Mano de obra y 0,3% en Gastos generales. En ese sector, estimulado por el gran volumen de obra pública que disparó el gobierno, el aumento de los últimos 12 meses trepó al 32,2%.