La reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 arrancó en Buenos Aires con un temario complejo: la suba de la inflación y de las tasas de interés a nivel global en un contexto de elevadas deudas públicas y privadas y manifestaciones crecientes de proteccionismo comercial que podrían derivar en una guerra comercial.

Ante 22 ministros de Hacienda o Finanzas, 17 jefes de bancos centrales y 10 titulares de organismos multilaterales -desde el Fondo Monetario hasta la CAF-, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente Banco Central, Federico Sturzenegger, hicieron un discurso de bienvenida en el que destacaron «la relevancia del foro como espacio de discusión global» y enfatizaron «la importancia de impulsar una agenda para lograr un crecimiento inclusivo», según rezaba un comunicado oficial emitido al mediodía de este lunes.

Con todo, las generalidades escritas en ese texto oficial no podían ocultar las grandes divergencias que enfrentan a los protagonistas de esta reunión: Estados Unidos, con su necesidad de licuar su deuda pública y su déficit fiscal, para lo cual devalúa su moneda respecto de sus competidores comerciales por medio de la aplicación de tarifas arancelarias; la Unión Europea (UE), que busca evitar una crisis por los tironeos a la que la someten las políticas de EEUU y el Brexit; y China, cuya bomba de tiempo en forma de una deuda estatal y privada gigantesca y una sobrecapacidad de producción han llevado a sus autoridades a plantearse un nuevo plan económico, el tercero en dos años, razón por la cual el hasta ayer presidente del Banco del Pueblo de China (banco central de ese país), Zhou Xiaochuan, fue despedido, a pesar de lo cual participa del encuentro en Buenos Aires.

La amabilidad formal del evento es también la tónica en el esquema de seguridad que ha dispuesto el gobierno nacional con asesoramiento de expertos de EEUU.

Vallas de 2 metros cubren todo el perímetro del Centro de Exposiciones, aislándolo de la vecina Facultad de Derecho. Detrás de las vallas se exhibe una veintena de vehículos, incluidos hidrantes, de Gendarmería y Prefectura, con más de dos centenares de efectivos uniformados en sus asientos.

El despliegue ha sido innecesario, al menos hasta la tarde de este lunes, ya que ninguna organización política o social convocó a protestar contra esta reunión.

Antes del inicio de la sesión plenaria de los ministros del G20, Dujovne mantuvo un encuentro con su par estadounidense Steven Mnuchin, a quien «le solicitó que Estados Unidos exima a la Argentina del arancel al aluminio y al acero», según indicó un comunicado de la cartera de Hacienda.

La política comercial de EEUU tiene potenciales damnificados y la Argentina se cuenta entre ellos. Luego del fracaso de las gestiones por la apertura de los mercados estadounidenses de carne vacuna, limones y biocombustibles, nadie se anima a dar un pronóstico sobre el destino de esta «solicitud».

La reunión seguirá hasta la tarde del martes 20, cuando Dujovne y Sturzenegger presenten en una conferencia de prensa sus resultados.