El Gobierno reafirmó este lunes que está dispuesto a pagar los costos políticos del tarifazo durante este año, para que sus coletazos no impacten en 2019, cuando se realicen las próximas elecciones presidenciales y los tres principales referentes de Cambiemos busquen su reelección. De hecho, la ofensiva del oficialismo para que las provincias asuman una parte de la financiación del aumento fue una pinza protagonizada por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el presidente Mauricio Macri. Ambos apuntaron a los mandatarios provinciales, poco antes del arranque de la reunión del Comité Federal de Energía, donde el ministro de Energía, Juan José Aranguren, llegó a «un principio de acuerdo» para que las provincias asuman parte del costo de financiar parte del aumento de la tarifa del gas, y de la tarifa social. Esto fue parte de los reclamos que la UCR presentó la semana pasada, para evitar que el nuevo reajuste impacte aún más en la clase media de los grandes conglomerados urbanos del país: la base electoral de Cambiemos.

Tal como anticipó Tiempo este domingo, los planes de la Casa Rosada no sólo giran en torno a debatir quién paga la tarifa social del gas, y los cambios propuestos por la UCR, sino debatir con los representantes provinciales del Comité la cofinanciación de la postergación del tercer tramo del aumento, conocido como Revisión Tarifaria Intergral, que arrancó en abril del año pasado con un 30%, continuó en diciembre con un 40% y siguió este mes con otro 30%.

La UCR, a través de su presidente y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, pidió postergar el una parte de ese aumento para el año que viene, pero el Gobierno retrucó con un plan de pagos, con cuotas con intereses, que sólo morigeran parte del incremento. Así quedó confirmado todo el alcance de la RTI, que concluirá en 2021.

La cadena oficial de Vaca Muerta

Con esa tensión en ciernes, tanto Vidal como Macri, desde distintos lugares del país, apuntaron a las provincias para que asuman los costos, mediante los impuestos locales que aplican al consumo de gas y electricidad. El Presidente lo hizo desde el yacimiento no convencional de Vaca Muerta, en Neuquén, junto al gobernador aliado Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), uno de los que mantuvieron febriles negociaciones la semana pasada dentro del acercamiento de la Casa Rosada a los mandatarios peronistas. «Les quiero pedir a los distritos que eliminen los impuestos que cobran sobre los servicios públicos, así van a aliviar las cargas sobre los comercios, sobre las pymes y sobre los consumidores», dijo Macri, mediante un mensaje grabado. «Para cubrir subsidios nos teníamos que endeudar», arengó el líder de Cambiemos.

Macri fue a Vaca Muerta a realizar la primera recorrida oficial por los yacimientos de shale gas para anunciar: «Después de muchos años de producción decreciente de gas, juntos logramos revertir la tendencia y la producción de gas volvió a crecer. En el primer trimestre de este año gracias a Vaca Muerta produjimos tres por ciento más que hace un año. Desde el 2011 que no teníamos una producción tan alta», celebró. La elección del escenario no fue casual: es el resultante de un largo debate del entorno presidencial, que durante la semana pasada analizó la posibilidad de utilizar la cadena nacional para dar un mensaje, algo que finalmente fue descartado y reemplazado por el marco de este lunes.

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Poco después, desde La Plata, fue el turno de Vidal, que tomó el guante y que terminó de condicionar a la reunión del Comité Federal de Energía. «Decidimos aceptar el pedido del presidente Mauricio Macri de eliminar los impuestos provinciales que recaudan fondos que no van a pagar el servicio de la factura, sino que van al gobierno provincial o municipal. Esa es nuestra ayuda para que las familias estén más aliviadas», dijo, en referencia al decreto que firmó para aplicar una rebaja que será de 15,5% promedio en las facturas de luz, de 6,3% en las de gas y de 6,2% en las de agua.

En el gesto, dirigido a los gobernadores de Cambiemos, pero especialmente a los opositores, Vidal dijo que su administración asumirá «el costo de eliminar estos impuestos» y que van «a tomar decisiones que van a impactar en otros temas, pero va a servir para aliviar las facturas de la provincia de Buenos Aires». Y agregó: «Entendemos que es un esfuerzo que no puede hacer sólo la gente, también tenemos que sumarnos los gobiernos. Cuando uno enfrenta situaciones difíciles como esta, hay dos maneras como gobierno de responder, una es especular y mirar para el costado, tratar de sacar una ventaja política y ya sabemos a dónde nos llevo a los argentinos».

Sapos compartidos

La expectativa de la Casa Rosada es que los caciques provinciales de Cambiemos busquen aplicar la misma fórmula, y que los mandatarios peronistas también hagan lo propio, aunque en su mayoría ya habían anticipado su negativa a tocar sus impuestos locales luego de haber firmado el Pacto Fiscal del año pasado, en el que ya habían resignado una serie de recursos para reducir los ingresos brutos, el impuesto a los sellos y otros gravámenes. Ése fue el punto central de la reunión de Aranguren con las provincias que se realizó este lunes, luego del discurso de Macri y del decreto de Vidal.

Antes de finalizar el día, la reunión del Comité de Federal de Energía concluyó con «un principio de acuerdo» ya que ninguna provincia ofreció un rechazo. «Alguna tienen que ratificar la postura consultando a sus gobernadores y otras deberán avanzar con acuerdos políticos en sus legislaturas», detallaron desde el Ministerio del Interior respecto a la negociación por el cofinanciamiento de la Tarifa Social y para la reducción impositiva que reclama Macri, aunque dependen de los cambios que aprueben sus respectivas Legislaturas. En esa alquimia descansa la postergación del aumento, y el costeo del interés que pretende aplicar el Gobierno al plan de pagos que reclamó la UCR para «aplanar» el incremento del gas.

Macri insistió con que «la única manera de lograr un cambio profundo y verdadero es que todos los argentinos nos sumemos al desafío de consumir menos; una de las misiones más importantes que tenemos que encarar juntos. Cada hornalla que apagamos, cada canilla que cerramos, todo suma», aseveró.