El cimbronazo que produjo en el seno del gobierno la media sanción de Diputados a la ley del impuesto a las Ganancias caló también entre los sectores del empresariado que acompañaron la candidatura de Mauricio Macri desde sus primeras horas, seducidos en buena medida por las promesas del ahora mandatario de ceder un lugar de privilegio en la toma de decisiones.

Los dirigentes privados siguieron con atención lo que pasaba en el Palacio Legislativo y no se sorprendieron cuando los canales de noticias transmitieron la conferencia de prensa conjunta de los diputados opositores que anunciaron el proyecto de consenso. Algunos atribuyeron la responsabilidad a la intransigencia del presidente y sus colaboradores y otros apuntaron todos los cañones contra el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, a tono con el libreto del primer contraataque del oficialismo.

La industria, que venía de algunos encontronazos con funcionarios por el perfil de la política económica oficial, leyó una oportunidad para reinstalar su agenda sectorial. El vocal de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, buscó bajarle el tono al proyecto que todavía no pasó por el Senado pero auguró que los sucesos de Diputados convenzan al gobierno de valorizar la denominada Mesa de Diálogo por la Producción y el Trabajo. 

El salteño remarcó que el proyecto «todavía es prematuro» y que «hay que desdramatizar la media sanción», anticipando una ardua negociación del gobierno para seducir a los hombres de la Cámara Alta y forzar un regreso de la normativa con modificaciones a Diputados. El voto de la semana pasada, según cree, no va a condicionar a los senadores. Pero no negó que el impacto configuró un nuevo sistema de relaciones que le quita aire al oficialismo y en sentido contrario oxigena a los que hasta ahora se movían en los márgenes. «Queremos que el gobierno siga con las mesas de producción y trabajo en lugar de hablar de temas coyunturales», marcó el hombre de la UIA.

Naturalmente, la aprobación del proyecto que grava la renta financiera y la renta minera enojó particularmente a la dirigencia de esos sectores particulares, pero hubo un tema que reverdeció el martes y atravesó al empresariado de punta a punta: la demanda de una profunda reforma fiscal. 

Cuando Tiempo le preguntó por la votación en Diputados, el hombre fuerte de la industria alimenticia y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, se mostró disgustado y lanzó que desde las altas esferas productivas «hemos planteado al gobierno la necesidad de reformulación de la política tributaria hacia una discusión integral y no sector por sector», en una primera crítica a la discusión de Ganancias por separado.

El empresario coincidió con Urtubey en bajar el tono de la polémica hasta que se conozca la suerte final del proyecto de ley. «Hay que ver qué va a pasar, todavía no terminó», remarcó Funes de Rioja. Y agregó: «No se trata de ver quién ganó este round, acá no hay ganadores ni perdedores. Lo que hay que ver es en qué marco se da la aprobación de la ley». El ganador, insistió el dirigente, «tiene que ser la competitividad». El vice de la UIA no quiso opinar sobre el impacto de la votación del martes en el gobierno nacional. 

Otro que se mostró disconforme con las alternativas que rodearon a la decisión de los legisladores fue el empresario agropecuario Ignacio Stegmann, presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Reconoció que entre las empresas asociadas a IDEA (una lista que incluye grandes compañías de la producción, el comercio y los servicios y el agro) existe «una preocupación por la presión impositiva y el financiamiento del Estado» que se agudizó con los sucesos del martes último.

En ese contexto, Stegmann planteó a la cabeza de los objetivos que debería asumir el gobierno «el equilibrio fiscal y la reducción de la presión impositiva», una demanda para la que reclamó «la responsabilidad» de todas las fuerzas políticas. «Hoy no está pasando eso, no estamos yendo todos en ese sentido. El gobierno dice que tiene el objetivo de reducir el déficit fiscal» pero el contexto político «no va en ese sentido», se quejó. «