“La negociación comercial la haremos una vez que hayamos salido de la Unión Europea. La relación con Argentina es una relación en crecimiento, pero estamos preparando un buen acuerdo (para aplicar el Brexit) y hemos hablado con todas las empresas británicas para mantener esos buenos vínculos con la UE. Nosotros creemos que podemos ser un proveedor para ellos”, dijo este sábado la primera ministra Theresa May, poco antes de abandonar Buenos Aires, luego del cierre de la cumbre del G20. El mensaje de la premier británica buscó mantener en pie el discreto intercambio que mantiene con el presidente Mauricio Macri para desarrollar un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido, más allá de las limitaciones legales del Mercosur, que obliga a sus estados parte a negociar en forma conjunta con terceros países. Tal como anticipó este diario en su edición del último domingo, el interés argentino por avanzar en un intercambio comercial con Londres no pasó por alto durante la visita que hizo May a Buenos Aires, donde mantuvo una reunión bilateral con Macri en la que analizaron los caminos a seguir para profundizar una relación bilateral que gira en torno al eje que eligieron eludir: la explotación hidrocarburífera y pesquera del Mar Argentino y de la plataforma continental que rodea a las Islas Malvinas.

Sin decir una sola palabra sobre el archipiélago del Atlántico Sur, Macri cerró la cumbre del G20 con un mensaje de May que le dio más entidad a la estrategia de acercamiento que diseña el Palacio San Martín desde la llegada de Cambiemos al poder. “Fue una apuesta muy valiosa. Cuando se defina la letra chica de la salida del Reino Unido de la Unión Europea podremos apreciar su importancia. Nosotros no saldremos del Mercosur, pero así como May busca alternativas a la UE, nosotros haremos lo propio con nuestro mercado común, aunque hay que perfeccionarlo para que nos permita avanzar en otros acuerdos más allá de nuestra región”, evaluó un alto funcionario de la Cancillería que le confirmó a este diario el interés argentino por “coordinar con Brasil” un nuevo enfoque. Ese nuevo prisma, detalló otro consejero del presidente, apunta a “derogar la resolución 32 del año 2000, que impide negociar con otros países extra zona, algo que ya sabemos que también quiere hacer (el presidente electo de Brasil, Jair) Bolsonaro”. La fuente consultada, de estrecho acceso a Macri, aseguró que “una parte del plan para mantener al Mercosur en pie” se desarrolló durante las reuniones bilaterales que mantuvo el Presidente con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Long, durante el jueves pasado y con el presidente chino Xi Jinping, con quien suscribirá 37 acuerdos bilaterales este domingo en la residencia de Olivos.

“De acuerdo al nuevo diseño legal del Mercosur que consigamos, buscaremos abrirnos al pacífico por dos vías: Singapur y China. Si hay consenso con nuestros socios regionales, avanzamos juntos, sino lo haremos desde Argentina”, amplió la fuente que proviene del mundo empresario, mantiene una estrecha relación con Macri y está afectado a funciones diplomáticas en Asia. En ese poroteo global, que tanto le gusta analizar a Macri, el intento de acercamiento con Londres también pretende extender los gestos a sus colonias, aunque todo el despliegue no incluye mención alguna sobre Malvinas, un punto que ha generado incomodidades incluso dentro de la Cancillería. “Hasta Fernando de la Rúa le habló a los ingleses de Malvinas en el 2000, durante los 45 minutos que habló con Tony Blair cuando fue a visitar las cataratas de Iguazú. Nada que ver con la reunión que ahora tuvo Macri con May donde hablaron 15 o 20 minutos y jamás hubo mención a Malvinas, salvo por el nuevo vuelo desde Córdoba y los avances en la identificación de los soldados NN en Darwin”, bramó un diplomático de carrera, afectado a la escenografía de la cumbre.

Entre las señales que entusiasmaron a los operadores diplomáticos de Macri resonaron las palabras del premier singapurense. “Queremos aumentar el nivel de cooperación, no solo entre la Argentina y Singapur, sino entre el Mercosur y Asia”, dijo el mandatario que blanqueó en su discurso las dos capas de la cebolla que garabatea la Casa Rosada en sus mapas de acuerdos comerciales: la primera con los socios regionales y si no hay acuerdo, directamente bilateral. La pieza que por ahora resulta determinante, sobre el cierre del G20, es la confirmación que ya le hizo el ultraderechista Bolsonaro a los discretos representantes argentinos que envió Macri para saber qué intenciones que tiene con el Mercosur. La respuesta fue más práctica que política: avanzar en un acuerdo con Estados Unidos, que los asesores del presidente Donald Trump tampoco descartan. El problema, admiten en Balcarce 50, son los tiempos: “Bolsonaro asume el 1° de enero y a Mauricio le queda un año de mandato”, resumió la fuente consultada para graficar que la apuesta electoral de 2019 también buscará valerse de la exposición internacional que Macri multiplica desde que asumió y que llegó a su clímax durante el G20. «