Juan Schiaretti espera cumplir sus 70 años, el 19 de junio próximo, con el sueño realizado de haber sido reelecto gobernador por un alto porcentaje de votos y lograr una marca histórica para la permanencia del peronismo en el poder provincial.

El candidato de Hacemos por Córdoba que este domingo compite por su tercer mandato comenzó a militar en el peronismo de izquierda y participó del Cordobazo, lo que lo obligó al exilio interno en Neuquén hasta que la dictadura lo eyectó a Brasil.

Con la democracia regresó al país y su profesión de contador público lo llevó a integrar la Fundación Mediterránea donde se vinculó con Domingo Cavallo, quien luego sería su jefe en el Ministerio de Economía cuando en 1991 quedó a cargo de la Secretario de Industria y Comercio.

Anetes de gobernar Córdoba le tocó gobernar la provincia de Santiago del Estero como interventor. También fue diputado nacional y funcionario provincial.

En 2003 fue vice de José Manuel De la Sota –su mentor político- y en 2007 llegó a la gobernación producto de un acuerdo del peronismo provincial y sectores kirchneristas, en medio de acusaciones de fraude de su otrora contrincante, Luis Juez.

Durante su primer gobierno en la provincia estalló el conflicto del gobierno nacional con el campo, lo que devino en el distanciamiento con la presidenta Cristina Fernández.

Con Mauricio Macri construyó un vínculo más cercano. Su provincia aportó el caudal de votos necesario para que el presidente superara el balotaje, ya que Cambiemos cosechó el 70% de los votos contra el 30% de Daniel Scioli. Macri viajó seguido a Córdoba y se mostró con el “Gringo” en varios actos de gestión.

El peronismo cordobés tuvo que buscar un lugar propio. Entonces nació Alternativa Federal (AF), junto con Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa y Miguel Pichetto, todos dirigentes críticos del kirchnerismo.

El resultado de este domingo lo pondrá en el centro de la escena y los votos cordobeses serán codiciados por las distintas expresiones del peronismo. Pero esta vez, sin exclusiones.