Las sustancias conocidas como taninos dotan al vino de su color, textura y sabor. Cuando los taninos están equilibrados aportan mucho al carácter delicioso del buen vino tinto. Esta definición no resulta ajena al sabor que Santiago Álvarez (armónica cromática) y Fernando Sánchez (guitarra) le confieren al tango en el nuevo trabajo discográfico del grupo Tanino, “Ni es cielo ni es azul”. Pero para enriquecer todavía más su aroma sonoro, lo que en principio fue un dúo se convirtió en trío gracias a la incorporación de la violinista Karharina Deissler. Nacido en 2010, el entonces dúo que recorrió un exitoso camino en el que realizó presentaciones tanto en Argentina como en el exterior, además de recibir importantes galardones por su actividad artística. Convertido en trío presentará este álbum este domingo 17 a las 21 en el Teatro El Marechal, Leopoldo Marechal 1219, antes de emprender una serie de actuaciones en Brasil. El nuevo álbum, sucesor de “Tango+Folklore” (Los años luz 2011) y “Pulso Sur” (Los años luz 2014), es un disco de sonoridad completamente porteña, basado en la profundización del espacio estético mediante la sabia y equilibrada utilización de los recursos de sus respectivos instrumentos. Con arreglos en los que cada integrante contribuye de manera significativa, aunque sin oscurecer a otro, la formación explora caminos en los que potencia piezas del universo porteño como «Maquillaje» (V. Expósito – H.Expósito), «Orlando Goñi» (A. Gobbi) tango, «Tu pálida voz» (Charlo – H. Manzi), «Ensueños» (L. Brighenti – E. Cadícamo), «Oro y plata» (Charlo – H. Manzi) y «La casita de mis viejos» (J. C. Cobián – E. Cadícamo). Pero como si fuera poca la demostración de calidad en los temas precedentes, Tanino, vuelve a tomar formato de dúo, para ofrecer un plus en el que con la participación de un quinteto de cuerdas integrado por Manuel Quiroga (1er. violín), Emanuel Teper (2do. violín), Rodrigo Beraldi (viola), Martin Baldi (cello) y Bruno Bollini (contrabajo) encara un desafío más ambicioso, representado por la versión de «Flores Negras» (F. De Caro) y el Doble concierto para bandoneón, guitarra y orquesta de cuerdas “Hommage a Liége” de Astor Piazzolla (en versión inédita para armónica y guitarra). En las tres secciones de esta última obra (» Introducción», «Milonga» y «Tango») Tanino proporciona una mirada sonoramente original sobre la composición del bandoneonista marplatense gracias a los arreglos a cargo de Sánchez y Álvarez y la contribución de Deissler, en los que la guitarra y la armónica (que asume el rol del bandoneón) navegan sobre dinámicas y climas aportados por las cuerdas. Tanino, que ya había sorprendido de manera grata con sus anteriores discos, demuestra en este nuevo trabajo de qué manera su virtuoso discurso musical se enriquece con el aporte de su nueva compañera de viaje, lo que permite augurar un futuro de nuevos desafíos dentro de la música popular.