Hernán Losada juega en Bélgica desde hace doce años. Y hoy tiene su Mundial. Aunque es futbolista, recién retirado, con futuro cercano como entrenador, llegó a Rusia con otra tarea. Escribir para un diario deportivo belga sobre la Argentina, pero también sobre Bélgica, la selección que aparece como candidata, la que tiene a su mejor generación en la cancha, y la que este lunes va a jugar frente a Japón por los octavos de final.

“Tiene que ser el Mundial de Bélgica, llegar al menos entre los cuatro primeros, que es lo que le piden en el país -dice Losada-. Tiene a una generación que nunca más va a tener. Futbolistas que juegan en las grandes ligas. Y un entrenador como Roberto Martínez que estuvo en la Premier. Cualquier cosa menos de los cuatro primeros no va”.

Losada, hincha de Racing, nació en Barracas. Ahí están sus amigos y su familia. Pero está cómodo en Amberes, donde vive, donde tiene una novia desde hace tres años. En 2003, apareció como promesa en Independiente. Dos años después se fue a la Universidad de Chile. Desde ahí se fue a Bélgica, al Beerschot. Pero su salto fue cuando llegó al Anderlecht, donde jugó con Lucas Biglia y Nicolás Frutos, con los que había compartido equipo cuando jugaban en Independiente.

En el medio, el Beerschot se fundió y desapareció. Tuvo que fusionarse con otro club y recién ahí volver a competir pero desde la categoría más baja. Losada regresó al club, que tuvo su sprint de ascensos hasta la segunda. Pero en la última temporada perdieron la posibilidad de llegar a primera. Ahí decidió retirarse. El club le hizo una despedida, una camiseta especial, con los colores argentinos en la manga. Y una frase: “Gracias Hernán”.

“El club me ofreció seguir como entrenador de la reserva y asistente de la Primera”, cuenta Losada, que sabe hablar holandés, inglés, italiano y francés. Ahora mismo está haciendo el curso de entrenador en holandés. “Bélgica me abrió las puertas de todo. Cuando llegué fue difícil, era otra cultura, otro idioma, otra manera de pensar, mucho frío en invierno. Pero fui dando pasos. Primero fui a la escuela a aprender holandés. Y cuando pasé al Anderlecht me pusieron un profesor de francés. Saber idiomas me permitió ser capitán, podía comunicarme con todos los jugadores”, dice Losada.

En Bélgica, Losada conoció a muchos de los jugadores que hoy forman la selección. Al arquero Thibaut Courtois, a los mediocampistas Marouane Fellaini y Axel Witsel, y a Romelu Lukaku, con el que jugó en el Anderletch. “Si toman conciencia de que pueden ser campeones, son los grandes candidatos”, dice Losada a punto de sentarse a escribir su artículo para Voetbalkrant, el periódico de fútbol de Bélgica. “Me encanta escribir y analizar los partidos. Es materia opinable, pero ahora intento ver fútbol de otra manera”. Ahora le llega el desafío de entrenar. Para él, también es el de aprender un poco más.