Cien años después, Teófilo Lafuente ya tiene monumento propio. Símbolo de lucha y de desobediencia contra la empresa británica La Forestal, Lafuente fue protagonista central en la huelga obrera de la que se cumplieron cien años el viernes. Fue el primer secretario del gremio de los trabajadores del tanino y uno de los que resistió la sangrienta represión que terminó con más de 500 muertos en 1921.

El monumento fue descubierto el viernes en el Complejo Histórico, Cultural, Educativo y Ambiental de Villa Guillermina, en presencia de dos nietos de Lafuente, historiadores, vecinos y autoridades locales, provinciales y nacionales. Será instalado en el «Parque de la Memoria y la Identidad de los Pueblos Forestales», que se construirá en lo que fue la vieja fábrica de tanino.

El homenaje a Lafuente es el puntapié inicial del ciclo de actividades organizadas por el «Encuentro por la Memoria, Identidad y Reivindicación de los Pueblos Forestales» que se extenderán hasta junio, en coincidencia con fechas emblemáticas del calendario nacional. El objetivo es rescatar la lucha de los pueblos forestales del Chaco santafesino no sólo ante la empresa británica sino también por no convertirse en pueblos fantasmas, luego de su éxodo.

«Teófilo fue un trabajador y un luchador. Expresaba la alegría de la rebelión y la dignidad de los que poco tienen, pero reparten», reza el manifiesto de los organizadores que leyó durante el acto el historiador Alejandro Jasinski, y que busca reivindicar al dirigente y la lucha de sus compañeros, cien años atrás.

Autor de «Revuelta obrera y masacre en La Forestal», Jasinski aseguró que el monumento «es un acto conmemorativo de una lucha obrera, de trabajadores y trabajadoras, que hace cien años decidieron rebelarse contra un orden que consideraban completamente injusto, despótico».

También aseguró que «la sociedad se encargó de que la historia haya quedado oculta» y que esa es la deuda que ahora hay que saldar. «Hay grupos que vienen laburando la historia y la memoria hace años. Pero hay mucho por hacer: casi no conocemos la historia de La Forestal y de los pueblos forestales. De hecho pocos conocerán que después de la masacre el sindicato fue aniquilado completamente, incendieron las casas obreras, los periódicos, masacraron a esos trabajadores y trabajadoras, las denuncias están en la Legislatura de Santa Fe para el que las quiera ver», puntualizó Jasinski.

«Hay que repensar sobre el aporte que hicieron los Pueblos Forestales al desarrollo de la provincia y al bienestar del país, para después quedarse en la ruina. Pero también para repensar lo que continúan generando y exigir reparación histórica para seguir construyendo futuro, para seguir investigando lo andado», dijo el historiador Luciano Sanchez, integrante del EMIRPF. 

Para graficar la voracidad de La Forestal, que sometía a casi la esclavitud a sus trabajadores, Jasinski recordó que «cuando el gobernador Luciano Molina les quiso aumentar el impuesto al latifundio en 1935 La Forestal anunció por los diarios que iba a cerrar la fábricas y que se iba a generar un caos social en el norte de Santa Fe». Y sentenció: «La Forestal es un ejemplo de una empresa que arrasó los recursos y arrasó al Estado provincial y nacional».

El historiador Felipe Pigna también participó del acto de manera virtual. “Estamos conmemorando esa lucha tan impresionante y tan desigual y con esa represión avalada por el gobierno nacional de Hipólito Yrigoyen y el provincial de Enrique Mosca, con una policía privada que hizo verdaderos estragos aplicando torturas y métodos represivos que veríamos lamentablemente en otros momentos de la historia argentina”, señaló y remarcó la importancia de “hacer memoria, contextualizar lo que pasó y nombrar a los anónimos y a las mujeres que mantuvieron la lucha y son tan poco recordadas”.

La apertura del acto estuvo a cargo de Nancy Avalos, actual presidenta de la comuna de Villa Guillermina. «Estar en el centenario del día de la revuelta en donde conmemoramos los hechos, con la implicancia que dejaron en nuestro presente, nos da la convicción de que seguir afianzando nuestra identidad es lo que nos hace sentir esperanzados con lograr una sociedad más justa y más equitativa para todos», señaló.

La siguió el subsecretario de Desarrollo Ecosistémico de Santa Fe, Roque Chávez, otro de los impulsores del movimiento para rescatar a los pueblos forestales, quien reivindicó a Lafuente y su legado. «Seguramente hubo muchos Teófilos después y seguro los hay ahora. Tenemos que vivir dignamente. Tenemos que estar orgullosos del lugar donde vivimos», señaló y celebró que vaya a levantarse el Parque de la Memoria en homenaje a la lucha de los trabajadores de La Forestal. «Conjugar la industria con la cultura, la historia, la memoria, la educación, los valores, creo que es la comunidad donde nos queremos desarrollar de aquí en adelante», apuntó.

A su turno, el senador nacional del Frente de Todos, Roberto Mirabella, señaló que “es bueno que podamos pensar qué modelo de desarrollo queremos, qué sociedad queremos cuando hay muchos de nuestros hermanos a los que no les alcanza para llegar a fin de mes y qué queremos hacer con nuestros recursos. Ojalá podamos construir una sociedad mucho más igualitaria, más justa, mucho más decente”.