Hasta el miércoles, Marcos Levín, el dueño de la Veloz del Norte, era el único empresario condenado por delitos de lesa humanidad en la última dictadura por el secuestro y tormentos a un delegado de su empresa.

La Sala 3 Cámara Federal de Casación Penal terminó con esa situación al anular la condena a 12 años de prisión por el Tribunal Oral federal de Salta el año pasado al considerar que esos delitos no se enmarcaron en crímenes de lesa humanidad.

Los hechos “no pueden ser considerados de ningún modo como constitutivos de delitos de ‘lesa humanidad’ toda vez que no se ajustan a las consideraciones que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha seguido sobre el particular”.

Además del fallo, que también anuló la condena a los policías retirados Víctor Hugo Almirón, Víctor Hubo Bocos y Enrique Cardozo, llamó la atención la firma de Carlos Mahiques en el fallo, un juez puesto a dedo por el presidente Mauricio Macri en una maniobra denunciada en el Consejo de la Magistratura.

Junto a Mahiques, padre de dos funcionarios del Ministerio de Justicia de la Nación, también firmaron Juan Carlos Gemignani y Eduardo Riggi, quienes ya tenían en sus antecedentes el beneficio a otro empresario vinculado a la dictadura, Carlos Blaquier, a quien le dictaron la falta d emérito en un polémico fallo.

Carlos Mahiques es padre de Juan Bautista, quien representa al Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, y de Esteban, otro empleado de Germán Garavano.