Ser del Conurbano es fuertemente ser y al mismo tiempo casi no ser. Me refiero a que, estando tan cerca de la ciudad de Buenos Aires, no se puede estar más lejos, de la misma manera que se está lejos de ser un verdadero bonaerense como podría serlo, por ejemplo, un sanpedrino, ya que en el Conurbano conviven personas de todas las provincias del país junto a la mayoría de los inmigrantes de países limítrofes.

El Conurbano bonaerense se fue convirtiendo en un enorme dormitorio donde va a descansar la clase obrera cuando el explotador de turno ya no la necesita. El trabajador y la trabajadora que prestan su fuerza productiva al capital disponen siempre de tan poco tiempo libre que la palabra “libre” termina siendo un eufemismo. Esa libertad se consume en horas de viaje y horas de sueño.

Siempre sentí –porque la palabra es “sentir”– esto con un leve resentimiento. Y desde mi primera gestión es que decidí que yo entraba en la historia para hacer desaparecer esa espina, para levantar la autoestima de la gente de una ciudad que brilla en el barro porque tiene un corazón mirando al cielo.

Me enorgullezco en decir que hoy tenemos una ciudad de vanguardia, que convoca intelectuales, artistas, educadores, científicos, que giró 180 grados su mirada e incorporó el río, la selva marginal que de él depende, en función al desarrollo del bienestar común. Que ve el futuro cada vez que mira un guardapolvo blanco, y que sabe que el Estado, municipal y solitario en nuestro caso, tiene que encargarse de esas cosas para tener razón de ser.

Avellaneda ya no es una ciudad dormitorio, sino que hoy tiene mucho para ofrecer al hombre y a la mujer que decida vivir en ella. Avellaneda invita a venir y seduce a quedarse. Avellaneda disipó las nieblas del Riachuelo y espera a sus hombres y mujeres a que vuelvan luego de una jornada de trabajo, y puedan disfrutar del teatro, del cine, de la música, sabiendo que sus hijos tienen lugares dignos donde estudiar, donde esparcirse, porque los que trabajamos para un Estado de bienestar nos levantamos igual de temprano y trabajamos tan duro como nos es posible.

*Intendente de Avellaneda.