“No se esperaba tanta gente. Era un emprendimiento privado que trajo un espectáculo a Olavarría». Así intentó deslindar responsabilidades en la productora el intendente de esa localidad del centro bonaerense, Ezequiel Galli, un joven PRO de 36 años, de los jefes comunales más cercanos a María Eugenia Vidal. Sin embargo, él mismo le propuso meses atrás a la productora (Chacal Producciones) que hicieran el recital en la ciudad que gobierna, ofreciéndola a cambio de facilidades en la realización. 

El propio Galli lo admitió el 21 de noviembre en una entrevista con el portal de noticias olavarriense Infoeme: «Les dije que quería tener el show en Olavarría y gustó la idea». En esa nota aseguró que «es una productora que ya hizo muchísimos recitales con El Indio y son expertos en todo esto. El grueso de la gente llega ese día y se va después del show, sin generar muchos inconvenientes». Y vaticinó: «Estamos hablando de entre 150 y 200 mil personas. Tandil es similar a Olavarría y pudo alojar este show, en ese sentido no van a existir inconvenientes». 

Horas después de la tragedia, sin embargo, apuntó a la productora: «Una vez que pasaron a la sala, la responsabilidad de la gente era de la producción”. Y ya no habló de 200 mil espectadores, como auguraba meses atrás, sino que dijo: “se esperaban unas 150 mil personas”.   

¿Por qué tenía tanto entusiasmo de Galli en ofrecer su ciudad y qué ofreció en comparación de sus competidoras? La pregunta aún no tiene respuesta, pero el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, admitió que ya comenzaron una investigación de lo sucedido no sólo por la capacidad de público sino también por el predio donde se llevó a cabo el recital. Se lo llama “La colmena”, pertenece a la Cooperativa Agraria Limitada, pero está en concurso preventivo de acreedores. La causa está a cargo de la titular del juzgado en lo Civil y Comercial número 2 del Departamento Judicial de Azul, María Hilda Galdós. El intendente presentó meses atrás un documento donde le pidió que el evento se realice en ese terreno, a pesar de existir otros de igual o mayor magnitud y mejor acceso en Olavarría, como la zona del autódromo. 

En un escrito presentado ante el juzgado, el intendente propone al Municipio como el encargado del “acondicionamiento” del lugar, y luego lo inscribe como “fiador” de las obligaciones de la productora. Según narra La Política Online, el acuerdo fue de apenas 300 mil pesos, en dos cuotas. Y en ninguna de esas cláusulas donde el municipio actúa como socio hubo una autorización del Concejo Deliberante. 

En noviembre Galli ya admitía que negociaron con el juzgado para habilitar el predio de 600 por 300 metros: «Un montón de ciudades se habían puesto a disposición y nosotros logramos que no se filtre. El lugar es ideal. Tuvimos que ponernos de acuerdo con el Juzgado, ya que tiene un concurso de acreedores, es un predio que está a la venta y pudimos ponernos de acuerdo con la jueza con muy buena predisposición».

La participación de Galli en el evento se cristalizó hace casi una semana, cuando brindó una conferencia junto a Marcos y Matías Peuscovich, los miembros de la productora. En ese momento definió al recital como “el evento cultural más importante que va a tener nuestro país en este 2017”.

Durante esa conferencia, los productores afirmaron: “No llegamos a 80 mil entradas, la versión de 200 mil tiene que ver con distribuidores y las ventas, si estoy vendiendo un montón de mercadería y a un lugar van a ir medio millón de personas, voy a vender más. Se está diciendo un delirio con respecto a la cantidad de gente. Este evento no es inédito, es inédito para Olavarría, pero ya hicimos un montón de shows con esta cantidad de gente. Vamos a tener muy parecida la cantidad de gente a lo que fue Tandil en marzo de 2016”. Y pronosticaron: “Vamos a llegar a las 140 mil, 150 mil personas. Es muchísima gente, pero no existe este concepto de 200 mil personas, una ciudad arriba de la otra. No tiene asidero porque la gente va a entrar a la ciudad por rutas especialmente diseñadas, vamos a ubicarlos a todos en un solo sector de la ciudad, la gente se baja de los micros, va al show, se va del show, se suben a los micros, y se va de la ciudad (…). En la ciudad habrá 8 mil personas dando vueltas”. La realidad fue otra.