Una elección que estuvo plagada de irregularidades e innovaciones muy sospechosas. La cercanía del anuncio del final del escrutinio definitivo –se conocería entre el miércoles y el jueves próximos– pondrá al gobierno nacional ante una situación incómoda. Se descuenta que los números totales que arroje el recuento del Teatro Argentino de La Plata reflejarán que Cristina Fernández ganó las PASO de la provincia de Buenos Aires. Y que triunfó por mucho más que «un puñado de votos», como intentaron minimizar desde la Casa Rosada. Desde Cambiemos vaticinan que la diferencia a favor de Unidad Ciudadana terminará siendo de 0,3% (30 mil votos). En el kirchnerismo cuentan con cálculos propios que indican que el margen de la victoria de CFK se ampliará a una distancia de entre 0,8% (80 mil votos) a 1% (100 mil). 

 El número definitivo, validado por la Justicia y que permitirá promulgar al ganador de las PASO, hará que el foco recaiga otra vez sobre la polémica interrupción del recuento provisorio. Aquel escrutinio –en el que intervinieron el Correo Argentino e INDRA, dos empresas privadas con evidentes vinculaciones con el emporio SOCMA (Sociedades Macri)– se paralizó de modo voluntario cuando se había escrutado el 95,68 del padrón bonaerense: daba como ganador al oficialista Esteban Bullrich por un mínimo 0,08 por ciento. La carga de datos discriminada por distritos y circuitos electorales no sólo le permitió a Mauricio Macri aparecer en el horario central de la TV –prime time- con videographs y placas de pantalla que mostraban un falso triunfo en la provincia de Buenos Aires. También favoreció al gobierno para que al martes siguiente, el 15 de agosto, cuando vencían 500 mil millones de pesos en LEBACs, pudieran elegir renovar o cancelar sin haber visto en los títulos del día anterior la temida frase «Cristina ganó en Buenos Aires».

 Esta semana ya no habrá más simulacro posible. Y el ejercicio de muchos será comparar los números del escrutinio provisorio interrumpido –34,19% de Bullrich a 34,11% de CFK– con los números que valen. Los del recuento oficial, promulgado por la Justicia. Pero las próximas 48 horas vendrán, también, con otras noticias. Novedades judiciales que refieren a las innovaciones y anomalías en la realización de los comicios.

El primer capítulo de la saga se produjo el viernes pasado, cuando los diputados Teresa García y Rodolfo Tailhade denunciaron en los Tribunales federales de Comodoro Py la existencia de discordancias sospechosas entre los telegramas enviados al Correo por los presidentes de mesa y las actas de escrutinio realizadas por los fiscales partidarios de Unidad Ciudadana correspondientes a mesas de votación de los municipios de Tigre, La Matanza, Pergamino y Capitán Sarmiento.

 García y Tailhade formaron parte del equipo que Unidad Ciudadana puso a cargo del control de la elección del 13 de agosto. En la denuncia, que suscriben ambos, solicitan que se investigue si los presidentes de mesa que estaban a cargo de esas urnas cometieron los delitos previstos en los artículos 138 y 139 incisos «h» e «i» del Código Electoral (falsificación de documentos electorales, que prevén una pena de seis meses a cuatro años de cárcel) al constatarse que en los telegramas enviados por ellos al Correo figuraban 0 votos para Unidad Ciudadana en la categoría senador nacional y una cifra de dos dígitos, en general alrededor de 50 votos, en las categorías de legisladores provinciales y concejales. La presentación también pide que se investigue la posible comisión de delitos en la carga de datos por parte de la empresa INDRA, cuya base operativa funcionó en la sede central del Correo, en el barrio porteño de Barracas. El escrito recayó en el juzgado federal 5 de Marcelo Martínez de Giorgi, quien se excusó velozmente. La denuncia ya está en el Juzgado Federal 1 de Capital Federal, con competencia electoral, a cargo de María Servini de Cubría. Según pudo saber Tiempo, Servini resolverá mañana mismo si acepta intervenir en el caso. Como el escrutinio provisorio de la elección bonaerense se realizó en la jurisdicción de CABA, Servini estaría facultada a tomar la causa. «

Encuentros con los intendentes

En sus primeras acciones de campaña para el tramo entre las PASO y la general de octubre, Cristina eligió reunirse con los intendentes de las secciones electorales tercera (sur del GBA) y primera (norte y oeste del Conurbano). El viernes estuvo en el parque municipal de Lomas de Zamora; ayer visitó el Parque El Colonial, perteneciente a la intendencia de Merlo. En ambas reuniones, la ex presidenta analizó los detalles del resultado de las PASO. También acordó cómo será el cronograma de acciones hasta el 22 de octubre. Según trascendió de ambos encuentros, la candidata a senadora intensificará sus recorridas por la Provincia y aparecerá más en los medios. Los intendentes, por su parte, también tendrán protagonismo. El eje discursivo estará concentrado en el tarifazo energético que la Casa Rosada prepara para noviembre, tras las elecciones. También se pondrá el foco sobre el dilema que significa que la segunda banca del Senado previsto para la mayoría estará en juego entre un dirigente peronista respetado por todos los sectores internos, como el  ex canciller Jorge Taiana, y una funcionaria PRO de Avellaneda que tiene en su currículum haber encabezado la intervención de un sindicato, el SOMU (marítimos), por Gladys González. Ayer, en la reunión en Merlo, CFK y Taiana almorzaron con el anfitrión, Gustavo Menéndez, más sus pares Ariel Sujarchuk (Escobar), Walter Festa (Moreno), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Ustarroz (Mercedes), Santiago Maggiotti (Navarro), Ricardo Curutchet (Marcos Paz) y el titular del Concejo Deliberante de Ituzaingó e hijo del intendente, Pablo Descalzo.