«La energía es derechos humanos y herramienta fundamental para el desarrollo social. La energía es un insumo, no una mercancía como lo representa para el actual gobierno de Cambiemos. No es algo aspiracional como pretenden hacer creer Mauricio Macri y sus colaboradores al pueblo argentino”, aseguró Felipe Solá, junto a sus equipos técnicos y distintos referentes de la oposición, en una exposición en la que denunció “la estafa impulsada por el gobierno para beneficiar a empresas del entorno más íntimo del Presidente a costa de aumentar las tarifas de millones de PYMES y hogares argentinos”.

El candidato a presidente y líder de Red por Argentina advirtió además que “claramente para este gobierno lo único importante son las empresas y no los usuarios. Y en ese sentido, para beneficiar a sus socios, fue que apenas asumieron, inventaron lo de la emergencia energética”.

Recordó en el mismo sentido que “el nivel de subsidios que se mantenía (durante el gobierno kirchnerista) ubicaba a las tarifas por debajo de lo preferible”, aunque aclaró de inmediato que al mismo tiempo “había un importante nivel de crecimiento en el consumo”. Definió Solá: “Ése el es mayor valor heredado por este gobierno”.

“Pasaron de la celebración de muchos al festín de pocos”, expresó con énfasis el actual diputado nacional, en un momento de su discurso, siempre munido de cuadros explicativos que fueron expuestos sucesivamente y que sirvieron de fondo en el escenario de la sede del sindicato de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), justamente. Insistió: “Crearon una crisis y la vendieron. Eso es lo que hacen: vender imágenes”.

Relató luego que entre los objetivos que propuso y sostuvo el macrismo en materia energética fue “no controlar a las empresas privadas y eliminar el riego empresarial, colonizar el ENRE, anular el objetivo estratégico de la Empresa Social de Energía de Buenos Aires, permitir el ingreso de capitales especulativos” y, como corolario de todo ello, “crearon un ahorro forzoso de energía” en las clases sociales más vulnerables. Ironizó Solá que el presidente Macri “nos recordó que nos abriguemos en invierno” pero no hizo lo consecuente en verano, “aunque todos nos dimos cuenta”.

Cargó una y otra vez contra el ex ministro Juan José Aranguren a quien responsabilizó de los 11.000 millones de dólares de sobreprecio facturado por las empresas energéticas. Explicó que de ellos, 9 fueron durante el mandato del funcionario, en el que implementó “tarifazos feroces”. Dijo que el representante de la Shell en el gobierno de Cambiemos “trabajó en contra de la idea de crecimiento y a favor de la inflación. Pero salió del gabinete porque era un burro contestando, aunque no por razones éticas”.

“La energía eléctrica de los argentinos está en manos desconocidas pero todas son de los amigos del presidente. Para todos ellos, el servicio a los usuarios es una excusa para poder realizar enormes negocios financieros de corto plazo”, puntualizó. “Estos tipos nunca ponen la cara”, dijo al referirse a la escasa respuesta de las empresas frente a los recientes cortes de energía y reiteró: “El gobierno es el principal socio de la estafa energética”.

Finalmente propuso un sistema de tarifas planas y que las empresas tengan “ganancias razonables”. Sentenció para un futuro gobierno «nacional y popular» que “hay mucho por hacer, como recuperar la economía real y pensar en la gente. El pueblo es el único propietario de los recursos naturales”.

El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, estuvo acompañado por Leonardo Grosso, Victoria Donda, el Chino Navarro, Daniel Arroyo, Lucila de Ponti, Araceli Ferreyra, Fernando Asensio, Daniel Menéndez y otros dirigentes, como así también el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, en representación de los alcaldes bonaerenses peronistas. Solá, además, mencionó haber recibido la explícita adhesión de Alberto Fernández.