Como nunca antes, el mundo debate el rol del Estado ante el avance sin límites de la pandemia del Covid-19. El confinamiento global transcurre con cuarentenas de todo tipo para intentar cortar la cadena de contagio del nuevo coronavirus. En algunos países los intentos fallidos desnudaron las enormes desigualdades de sus sistemas económicos. Los días de encierro se suceden con un debate común: qué debe hacer el Estado para enfrentar la emergencia sanitaria, económica y laboral. La Argentina fijó su postura de entrada. “El Estado está presente y va a acompañar a todos”, dijo el presidente Alberto Fernández, en un mensaje grabado pocos días antes de implementar el aislamiento obligatorio. Luego anunció medidas dirigidas a preservar los puestos de trabajo y a asistir a las empresas. Pero algunos patrones le clavaron el visto al mensaje y aplicaron las viejas recetas de reducción y despidos masivos. Esa foto devastadora no se reprodujo en la economía solidaria, habitada por cientos de cooperativas que mantienen el trabajo, a pesar de la gravedad de la crisis y reclaman igualdad de derechos en la ampliación de políticas públicas.
A más de un mes del inicio de la cuarentena, los medios cooperativos, autogestivos, recuperados y comunitarios también alertamos por el estado de emergencia y pedimos ser incluidos en las acciones impulsadas por el Estado. “Entendemos que nuestra situación requiere respuestas tan urgentes como las que han recibido las empresas tradicionales, así como las pymes”, dice la iniciativa de la Red Nacional de Diarios Recuperados integrada por Tiempo, entre otros. Somos experiencias de organización colectiva que nacimos para garantizar cientos de puestos de trabajo. Cumplimos, además, una función clave en el derecho a la información, porque muchas de las cooperativas hermanas reflejan lo que pasa en pequeñas ciudades a las que llegan muy pocas voces.
“Sin perder de vista el rol que desempeñamos frente a la pandemia y la grave situación en la que está el sector, pedimos ser considerados con los mismos beneficios, alivios y medidas que abarcan a las demás empresas”, reclama el comunicado que sumó el apoyo del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), FATPREN, FETRACCOM y también su mesa nacional. No es un pronunciamiento menor: el pedido de los medios recibió el respaldo de los sindicatos de prensa del país y refleja el estado de alerta que atraviesa al heterogéneo mapa de las cooperativas argentinas, sobre todo las de trabajo.
Si existe una oportunidad para construir un mundo más justo a partir de las inequidades desnudadas por el coronavirus, la economía solidaria puede jugar un papel protagónico desde el ingenio para afrontar injusticias. Para lograrlo, primero necesita el apoyo para resistir a una crisis económica que se acelera al ritmo de la pandemia.