La crisis política que desató en el gabinete nacional la detención de siete mujeres mapuches sigue un proceso de profundización. Este fin de semana largo sirve para buscar reemplazante de Elizabeth Gómez Alcorta. Este sábado trascendieron dos nombres: María Cristina Perceval, actual secretaria en el Ministerio de Mujeres, y el de la actual vocera presidencial, Gabriela Cerruti, aunque desde su entorno lo negaron.

A estos movimientos se suman  cambios que ya se venían pidiendo desde distintos sectores del oficialismo. Mientras que Juan Zabaleta, a cargo de Desarrollo Social, intenta volver a su pago de Hurlingham, otro de los apuntados es Claudio Moroni, de Trabajo.

Según confirmaron a Tiempo fuentes oficiales, el nombramiento de Perceval se confirmaría este lunes. Hasta hoy es secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de Mujeres. Llegó a ese lugar cuando Cecilia Merchán renunció luego de la llegada de Juan Manzur al gabinete. Merchán y Gómez Alcorta son las dos abogadas que habían denunciado al tucumano por impedir la realización de una ILE (Interrupción Legal del Embarazo) a una nena de 11 años.

«Marita» tiene 66 años. Mendocina, es doctora en Filosofía y docente.  Fue senadora por esa provincia desde 2001 hasta 2009 y desde hace un año se desempeña como secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad de la Nación. Perceval es cristinista desde el día en que la apoyó en su primera candidatura a presidenta.

El sacudón que provocó la renuncia de Gómez Alcorta luego del traslado de cuatro mujeres mapuches a más de mil kilómetros –que ya fueron trasladadas de vuelta a Río Negro-, junto con el maltrato que recibieron otras tres mujeres, dos con niños pequeños y una embarazada, terminó por mover otras piezas que ya estaban flojas en el gabinete.

Zabaleta venía teniendo enfrentamientos con los dirigentes del Movimiento Evita, quienes se oponían a la quita progresiva de beneficiarios del plan Potenciar Trabajo, a la vez que se enfrentó a dificultades propias de la gestión, como la compra de aceite y azúcar para los comedores populares debido a que los proveedores están cartelizados y prefieren exportar .

Sin embargo, el regreso de Zabaleta a su pago, el municipio de Hurlingham, está complicado porque allí quedó como intendente Damián Selc , dirigente de La Cámpora, y con quien tendrá que negociar.

Otra dificultad que se asoma es el reemplazo de Zabaleta en un ministerio que está loteado. Las organizaciones políticas como La Cámpora y el Evita tienen distintas secretarías, por lo que la conducción es muy compleja. En un principio, había sonado el nombre de Mariano Cascallares, intendente de Almirante Brown, ya que cuenta la ventaja de ser jefe comunal, una cualidad que suma, según el criterio de Casa Rosada. Sin embargo, en diálogo con Tiempo, una alta fuente del gabinete lo descartó.

Otro de los hombres más criticados del gabinete por parte del kirchnerismo es el ministro Claudio Moroni, que tiene un fuerte vínculo con el cotitular de la CGT, Héctor Daer. Es uno de los pocos ministros albertistas que queda. Su salida sería otra pérdida del presidente dentro del gabinete. Su desempeño es cuestionado por el kirchnernimo desde el comienzo de la gestión. Pero ahora, luego de la resolución del conflicto de Neumático, las críticas aumentaron. Los actores sindicales que destrabaron la puja salarial fueron el cosecretario general de la CGT Pablo Moyano, el canillita Omar Plaini, y el titular del Smata Mario Manrique, en  diálogo directo con Alberto Fernández, la empresa y líderes sindicales de SUTNA. La cartera laboral del gobierno peronista quedó a un costado.

Otro cambio propuesto desde lo más alto del gobierno pero que todavía no fue negociado con el kirchnerismo es el regreso de Santiago Cafiero a la jefatura de Gabinete. Mientras que el actual funcionario en ese cargo, Manzur, podría pasar a reemplazar a Pablo Yedlin en el Senado, ya que Osvaldo Jaldo, el actual gobernador tucumano quiere refrendar su cargo el año próximo, luego de que Manzur lo dejara pasar desde la vicegobernación a la titularidad para irse al gabinete nacional en diciembre pasado.

Por lo pronto, ninguno de los cambios está firme. Todo depende del funcionamiento de la complicada arquitectura de gobierno en la que se mueve el Frente de Todos.  «