Aunque pasadas las 22 del lunes el conflicto parecía que había llegado a una solución tras 8 días de paro, la intransigencia de las empresas, que se negaron a reincorporar a los 77 choferes despedidos, provocó la caída del acuerdo y un nuevo paro en la capital cordobesa.

Los delegados de los choferes y el referente de la CGT Rodríguez Peña, Mauricio Saillén, habían anunciado en la noche del lunes que se levantaba la medida de fuerza. Pero en la medianoche las empresas hicieron público su rechazo al acuerdo. Por lo que este martes los colectivos volvieron a circular con custodia de la Gendarmería y de la policía provincial.

Según informó La Mañana de Córdoba, el punto de conflicto fue que el acta que se pretendía firmar contenía entre sus puntos dejar sin efecto las desvinculaciones de choferes procediendo a la reincorporación inmediata. Además señalaba el cese de las intimaciones o sanciones, y el pago de los días no trabajados durante la medida de fuerza.

Omar Sereno, ministro de Trabajo de la Provincia, confirmó que los delegados de los choferes finalmente no firmaron el acta ante la inflexibilidad de los empresarios. «Se ha complicado a último momento. A las 21 horas habíamos conseguido un importante acompañamiento de los delegados. Pero a último momento se produjo una complicación por una interpretación divergente que hacen los empresarios del acuerdo firmado antes que daba cierta garantía para los choferes intimados o despedidos», manifestó el ministro.

El funcionario confirmó que convocará a los actores del conflicto a una mesa de diálogo este martes para acercar posturas.

Ante las primeras informaciones que daban cuenta de la normalización del servicio, fue el vicepresidente de la FETAP, Gustavo Mira, quien rechazó de plano ese acuerdo.

En declaraciones a Cadena 3, el también titular de Coniferal indicó que la decisión anunciada por los choferes lo había tomado “por sorpresa” y negó que estuviera en la intención de los empresarios de las empresas Ersa, Coniferal y AuCor volver atrás con los despidos y el pago de sus salarios. “Los choferes despedidos están firmemente despedidos», señaló y aseguró que su entidad no participó de las últimas negociaciones.

En la misma sintonía, el intendente municipal Ramón Mestre aseguró que no había ningún acuerdo y agregó: “No se puede premiar ni a la ilegalidad ni a la violencia”.