En la semana este medio dio a conocer la importante suma de dinero que el jefe de gobierno porteño destinará a la educación privada bajo el título: Programa de “Apoyo Económico a la Primera Infancia”. Más allá del nombre rimbombante de la medida, consiste básicamente en financiar a los jardines maternales privados, que contienen a bebés desde los 45 días de vida hasta niños y niñas de 3 años de edad. Desde la cartera que conduce Soledad Acuña, argumentaron a Tiempo que el objetivo de esta medida es “inyectar dinero en estas instituciones que se vieron muy afectadas por el confinamiento”. La nueva asignación económica a colegios privados, según fuentes oficiales del gobierno porteño, sirve para solventar un porcentaje de los aranceles mensuales 2020-2021 y la matrícula 2021 que ya se encuentran bonificados o a bonificarse.

Este año el gobierno gastará en el sector privado alrededor de 53 millones de pesos para bonificar, total o parcialmente, la cuota mensual en 125 jardines maternales privados que no reciben asistencia gubernamental. A raíz de este hecho publicado por Tiempo, la oposición de la legislatura porteña presentó un Pedido de Informes, donde una vez sancionado por el parlamento, el gobierno local tiene que responder el monto destinado a las escuelas infantiles privadas a través del Programa de Apoyo Económico a la Primera Infancia; deberá explicar si los mismos montos consignados a las escuelas maternales privadas forman parte del presupuesto 2021 o de una partida extraordinaria; y además detallar el origen de la suma de dinero del presente proyecto.

El documento fue presentado por la diputada del Frente de Izquierda, Amanda Martín, quien además es la secretaria gremial del sindicato docente Ademys. “Rechazamos el incremento de los subsidios en la escuela privada de Larreta y de la ministra educación soledad Acuña y por el contrario reclamamos una solución de fondo al drama de la falta de vacantes sistemática en la ciudad de Buenos Aires”, sostiene la legisladora. “En este 2021 hay más de 25 mil niñas y niños quedan por fuera del sistema educativo. Durante la pandemia se ha expresado con mayor agudeza la crisis educativa, se han recortado y paralizado obra de infraestructura escolar y se ha recortado fondos de la tecnología educativa y por el contrario con esta medida se consolida una larga tendencia de privatización del sistema educativo y suerte de tercerización de la escolaridad”,

Entre los fundamentos presentados en la solicitud de Informes, subrayan que la educación de la Primera Infancia “ha sido el blanco durante años de ataques incesantes y el vaciamiento del nivel, al punto que se recurrió incluso a un cambio de paradigma educativo en cuanto a que las infancias han pasado de ser consideradas sujetos educativos para ser considerados sujetos de cuidado, esto fue el principal eje para la proliferación de Centros de Primera Infancia pertenecientes a la esfera del desarrollo social en la CABA y en todo el país”.

Entre otros cuestionamientos planteados en el documento, el gobierno porteño deberá informar los motivos por los cuales define destinar dichos montos a la educación privada y no a la educación pública, al mismo tiempo que tendrá que explicar los motivos pedagógicos que dan sustento a dicho programa y por qué el presupuesto educativo fue reducido de manera creciente los últimos 10 años.

Por último, solicitan que den detalles sobre si el ejecutivo local planea apertura de escuelas infantiles públicas. “En caso afirmativo adjunte planes, plazos, presupuesto y documentación respaldatoria. En caso negativo explique los motivos”.