La reforma de Cambiemos sobre el rol de las Fuerzas Armadas y su intervención en seguridad interior comenzará a aplicarse en forma efectiva a partir de este 1° de agosto, cuando lleguen a la zona norte del país los primeros 500 militares, luego de la vigencia del nuevo decreto reglamentario para la Ley de Defensa Nacional que publicó el Boletín Oficial la semana pasada.

Según confiaron a Tiempo fuentes de la Casa Rosada, las tropas llegarán a Jujuy, Salta y Chaco, aunque el Ministerio de Defensa mantiene reserva sobre el destino de los uniformados. Sin embargo, el portal Infobae informó que ya hay dos aviones A4R y 8 helicópteros en la provincia gobernada por el peronista Domingo Peppo. Tal como anticipó este diario, el plan incluye la creación de una Fuerza de Despliegue Rápido, dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, compuesta por 10.000 efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea que estarán destinados a realizar tareas de apoyo logístico y disuasión preventiva en coordinación con las Fuerzas de Seguridad federales, especialmente con la Gendarmería Nacional en la frontera norte del país.

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La nueva reglamentación de la Ley de Defensa Nacional le otorga el respaldo legal a los efectivos, tal como lo venían reclamando de una experiencia similar realizada en la frontera norte, durante el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchher, cuando efectivos del Ejército realizaron apoyos logísticos a los gendarmes en la custodia de la frontera y en la persecución del narcotráfico. Aunque esa experiencia resulta diferente al nuevo despliegue que se concretará desde este miércoles, cerca del presidente Mauricio Macri se excusan del cambio y sostienen que esto ya se hizo en la gestión anterior.

Una de las diferencias, además del nuevo decreto que respalda la intervención militar, es la posible aplicación de la llamada «Ley de Derribo», instituida a principios de 2016 mediante el decreto que declaró la emergencia nacional de seguridad. Con esa norma puede ser derribado cualquier vuelo no autorizado luego de un protocolo de advertencias. Su aplicación corre por cuenta de la Fuerza Aérea, cuyos mandos militares y pilotos de combate contarían con la habilitación legal para hacerlo.

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Por ahora el desembarco será de 500 efectivos del Ejército que desarrollarán una «tarea disuasiva y preventiva» en la frontera con Chile, Bolivia, Paraguay y Brasil a partir de una presencia pública inicial en Salta y Jujuy, donde se espera cierta espectacularidad del despliegue castrense para cumplir con la función que le encomendó el Ejecutivo.

Antes de fin de año podrían sumarse otros 1000 efectivos, pero ese despliegue depende de las partidas presupuestarias que destine el Gobierno, ya que se trata de un operativo «millonario», según dijo el ex secretario de Seguridad Sergio Berni en declaraciones televisivas, cuando reivindicó el operativo que impulsó junto al entonces jefe del Ejército César Milani.